Tuesday, June 26, 2007

Un Artrópodo en Mi Ropa

El otro día una amiga fue a mi casa a buscarme para que saliéramos. Mientras nos encontrábamos dentro y yo me abrigaba, comenzó a llover torrencialmente. Entonces, decidí que para no mojarme me pondría una parca (en vez de llevar el paraguas). La saqué del ropero y me la puse rápidamente, sin darme cuenta de que un visitante también buscaba utilidad en la prenda. Grande fue mi sorpresa al mirar mi brazo izquierdo y percatarme de que un pequeño insecto -posiblemente una polilla- había hecho su capullo allí y esperaba pasar el invierno. Me quité tranquilamente el abrigo y lo volví a colgar en el ropero, mientras mi amiga me miraba con extrañeza.
-¿Acaso no piensas ponértela? –me dijo-. Está lloviendo a cántaros.
La miré y le contesté que una polilla estaba invernando en ella. Entonces, ella sin comprender mi punto de vista, me dijo:
-Ya te estás volviendo loco. ¿Prefieres mojarte que sacar la polilla?
Le respondí que sí y tomé el paraguas.
Posteriormente, le expliqué a mi amiga que la balanza de intereses se inclinaba hacia la polilla, no hacia mí. Ella (el insecto) tenía el interés de seguir su vida, mientras que yo tenía el interés de no mojarme. Yo podía fácilmente satisfacer mi interés con el paraguas, ¿por qué debía matar a la polilla? De todas formas, aunque hubiese debido mojarme, pocas cosas le ganan al interés de vivir. ¿Acaso voy a asesinar a alguien sólo para no mojarme?

No está comprobado que los artrópodos sean sintientes, pero no por esto no voy a asumir que lo son. ¿Y si lo fueran? Lo correcto es darles el beneficio de la duda.

1 comentarios:

  1. Es un relato muy inspirador, también me cuesta que las personas entiendan que es injusto que una vida exista sólo para nuestros fines. Es difícil para las personas entender que no somos la gran especie del mundo, ni la más importante, somos la plaga más destructora, eso sí!

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