La comida vegana puede ser muy rica y nutritiva

Existe gran variedad de alternativas sin productos de la explotación animal

Los delfines asesinados en Japón son víctimas inocentes

Y por todo el mundo se oyen voces de protesta para que su sangre deje de teñir el mar nipón

Pero ellos también sufren

Una vida privada de libertad, llena de sufrimiento que termina en la muerte

Afortunadamente, existe gente dispuesta a luchar por ellos

A no participar de sus muertes, a promover el respeto y la empatía

Y tú puedes ser uno más. Tú puedes ayudarlos.

Líbéralos, líbérate. Hazte vegano. Elige el veganismo.

Tuesday, November 13, 2007

Sobre la Violencia en un Vaso de Leche




En determinada ocasión, fui cuestionado por una prosélita de una religión oriental (que tiene entre sus dogmas principales el vegetarianismo) acerca de los fundamentos que soportan al veganismo. El comentario fue el siguiente:


"Pero insisto que no es violencia el consumo de lácteos que no lleven gelatina.si no les sacan la leche a las vacas les da mastitis y yo como madre si se que duele montón"


A continuación analizaré esta afirmación de dos maneras distintas: primero, considerando la noción que generalmente se tiene de "violencia" y, segundo, cuestionando esta noción.
Cuando un ser humano común y corriente nos habla de violencia, usualmente la noción que tiene de ésta se ciñe a lo que se ha llegado a denominar "violencia física", separándola de otros tipos de violencia como la "violencia sicológica”


Volvamos entonces al cuestionamiento de nuestra amiga, que en pocas palabras se resume a: "la leche se obtiene sin violencia contra las vacas", si mal no interpreto. Miremos la realidad. La mayor parte de la población humana se concentra en las ciudades hoy en día. Sin ir más lejos, en nuestra capital (Santiago de Chile) existe una población estable de más de 5 millones de individuos (un tercio del total nacional). Entonces, para la mayor parte de las personas humanas, la única forma de obtener leche es comprarla envasada, es decir, proveniente de una gran compañía que se abastece de granjas industrializadas. ¿Y qué sabemos que ocurre en estas granjas industriales? Bueno, aquí las vacas pasan todas sus vidas encadenadas y/o confinadas en espacios apenas más grandes que su propio cuerpo, siendo la duración de su existencia reducida a tan sólo 4 años (de los 20 que son naturalmente). Es decir, son obligadas a vivir prácticamente sin movimiento alguno durante un quinto de su esperanza de vida natural, tan sólo para que luego sean llevadas al matadero donde se convertirán en la carne que otros no-vegetarianos consuman. Sin mencionar el escalofriante asunto de que, como la leche de una mamífero se produce cuando ésta está embarazada, son constantemente embarazadas a la fuerza para que la leche producida por el embarazo vaya a parar a estómagos humanos (y su cría será, obviamente, asesinada para consumo).


Entonces, ¿acaso ser forzada a embarazarse y abortar una y otra vez para luego ir a parar al matadero inexorablemente, luego de una vida encadenada no es violencia física? Y más aún, nos hemos topado con la ineludible realidad de que no sólo esta vaca es receptora de violencia física, sino que además, derivada de ésta, y a través de su sintiencia, viene una violencia sicológica que se manifiesta en la angustia, el dolor y la pena que se generan de la miserable vida que le es impuesta. Luego, podemos concluir que si usted bebe leche producida en una granja industrial ésta sí se obtuvo con violencia (igual a violencia física más violencia sicológica).Sin embargo, y quiero hacerlo notar y ser enfático en esto, el argumento que he dado más arriba es, y no puede ser de otra forma, inherentemente neo-especista, pues jamás he dejado de considerar a la vaca como una propiedad. Debo aclarar que sólo lo he esgrimido para que -junto con la siguiente argumentación- quede zanjado el tema desde todos los puntos de vista y se aprecie que la violencia es inevitable cuando se explota a un ser sintiente. Aclarado esto, continuemos.Dije anteriormente que cuestionaría la definición de violencia como estrictamente "violencia física". En parte ya lo he hecho al mencionar que la concepción original de violencia ha sido desglosada en diferentes manifestaciones de violencia, ya sea violencia física o sicológica. Ahora bien, no es necesario agredir a alguien (ya sea verbal o físicamente) de manera activa para estar en presencia de un acto violento. Uno puede violentar a otro individuo de forma pasiva por medio de privarle de su libertad. Este es el caso de las llamadas "granjas tradicionales" en las que, quizás, las vacas (y otras/os animales) tengan un espacio de confinamiento mayor. No obstante, sin importar el tamaño de su celda, éstas/os son prisioneras/os.Supongamos que yo tuviera una hija y que, al crecer, la mantuviera siempre confinada a un espacio limitado -pero sin cadenas- para que me proporcionara su leche para la venta. Parte de esta leche podría o no podría ser bebida por un/a hijo/a propio/a de ella, incluso podría yo tratarla de forma "humanitaria" (digamos, considerada), pero sin falta una gran porción de ésta sería vendida a otros humanos para yo lucrar. Sin importar lo que me hija quisiera, ésta permanecería donde yo deseo para mi beneficio económico personal. ¿Es esto violencia? ¿Acaso no estoy violentando la libertad de mi hija? La libertad es un derecho y los derechos pueden ser violentados, trasgrediéndolos. Arrebatar la libertad de mi hija, tratarla como mi propiedad, es violentar sus derechos (por ende, infravalorar sus intereses) y, por igual consideración de intereses, hacer lo mismo con cualquier ser sintiente es igualmente violentar su propia libertad. Es irrelevante -para propósitos morales- si la/el individuo prisionera/o tiene un metro cuadrado de prisión o cien metros cuadrados, éste sigue siendo un prisionera -y un esclavo, en el caso de las/os no-humanas/os.Entonces, llegamos al quid del asunto: es imposible tratar a otro ser sintiente como propiedad y no violentarlo de alguna manera, pues la esclavización es violencia contra el/la esclavo/a.Por lo tanto, hemos visto que, no importa cómo se obtenga, mientras uno consuma leche de alguna animal no-humana, estará siendo cómplice de un acto de violencia contra ella. Es decir, ya seas no-vegetariana/o o vegetariana/o estarás participando en la esclavización/explotación (violencia al fin y al cabo) de algún animal. Así las cosas, pareciera que la violencia contra los demás animales es inevitable... pero no es tal. Es tan fácil como adoptar el veganismo y dejarás de ser parte del problema.Finalmente, quiero concluir diciendo que sin importar la definición de violencia que se ocupe, lo importante es que no existe ninguna justificación moral para tratar a los demás seres sintientes como nuestra propiedad y explotarlos a nuestro antojo. Hacerlo, apoyarlo o justificarlo es simplemente caer en el especismo, sin importar lo que se diga.


Si eres un agente moral, hazte vegana/o.
Diego Andrade.-
PD: Se puede ver lo que dice la Rae sobre el adjetivo "violento" aquí.


PPD: Sobre la mastitis. La inflamación de la mama se produce si la leche no es extraída. Las mamíferas producen leche para alimentar a sus crías (como ya he dicho más arriba), por lo tanto, ésta debe ser extraída por sus crías a través del proceso de amamantado. De mediar una situación de inflamación antinatural es debido exclusivamente impuesta por las/os humanas/os a través de la selección artificial y la perpetuación de genes beneficiosos para el bolsillo humano.

Tuesday, October 30, 2007

Falacia de Ambigüedad por División

Una de los errores lógicos (o falacias) en que con mayor fracuencia incurrimos es la llamada ambigüedad por división o falacia ecológica. La ambigüedad por división ocurre cuando suponemos que la propiedad de algo es compartida por sus partes o que la propiedad de un grupo de seres es compartida por cada individuo del grupo. Por ejemplo, si yo construyo una montaña de latas de aluminio, cayendo en la ambigüedad por división, diría:"Las latas son muy ligeras, por lo tanto esa montaña es ligera". Pero dependiendo de la cantidad de latas que constituyan la montaña, ésta podría pesar incluso toneladas.

Cuando nos referimos a humanos, suponemos que todos los humanos de un mismo país presentan las mismas características:
"Todas las brasileñas son buenas futbolistas", "todas las ingleses son flemáticas", "todas las chinas son trabajólicas", etc.

En este caso, el error también es conocido como falacia ecológica.
Asimismo, ocurre todo el tiempo que los humanos nos atribuimos logros de otros individuos, suponiendo que aquel determinado logro pertenece a toda la "humanidad", una suerte de patrimonio de la especie. Por ejemplo, frecuentemente se citan todo tipo de logros científicos y tecnológicos, como también arquitectónicos, como muestras de la "grandeza humana" (como las pirámides de Egipto, el computador, el teléfono, etc) sin tener en cuenta que éstos han sido alcanzados por un individuo o grupo de individuos determinado. Yo, personalmente, no sé cómo construir un avión o televisor ni un computador, y ni siquiera puedo, vagamente, describir cómo éstos funcionan. Asimismo, jamás podría construir una pirámide.
En la película "Yo, Robot" (I, Robot) -basada en la serie de cuentos de Isaac Asimov- podemos ver una alegoría que, aunque probablemente no intencionada, ilustra muy bien la cuestión. Sonny, el robot con sentimientos, es cuestionado por el detective Spooner -un humano- tras oír la declaración de que el primero podía soñar. Spooner dice algo así (no tengo el texto exacto pero la idea está):
"Los robots no pueden soñar. Los humanos podemos soñar, incluso los perros sueñan (1) pero los robots no. Los robots son sólo máquinas sin alma. ¿Acaso sabe un robot lo que es escribir una pieza musical? ¿Puede un robot pintar una obra maestra o escribir una sinfonía?"
A lo que Sonny, el robot, responde:
"¿Puede usted?"
Muchas veces se intenta justificar la explotación de los animales no-humanos "argumentando" con esto de la "grandeza humana". Pero igualmente yo podría decir, usando la falacia de división, que los seres humanos somos egoístas, malvados, asesinos, etc, atendiendo a todas las guerras que se han peleado y se pelean en la actualidad. No todos los humanos somos iguales, de hecho, somos todos distintos. (De cierta forma esto ocurre por un sesgo de foco).

Pensemos en lo siguiente:

David dice: la humanidad es superior a todos los otros animales. Sólo la humanidad ha creado la lengua, las pirámides, la Torre Eiffel, la biotecnología, el computador, la internet. Sólo la humanidad ha ido a la Luna, sólo nosotros somos capaces de amar.

David ha incurrido en la falacia ecológica al suponer que todos los humanos han creado aquellas cosas o poseen aquellas cualidades. Así las cosas, ¿cuál es la diferencia con decir lo contrario:

"La humanidad es inferior a todas las otras especies animales: sólo la humanidad es capaz de librar guerras interminables, matar a millones de seres de una vez, mentir, contaminar agua, cielo y mar, ingerir sustancias que destruyen su salud, suicidarse", etc.

Preguntémonos, ¿cuál es la diferencia entre estas dos proposiciones? La verdad es que ninguna y ambas poseen la similtud de ser falacias de ambigüedad por división.

No es cierto que "las/os humanas/os" seamos más inteligentes que los demás animales, es simplemente que nuestros cerebros son distintos. Más aún, existen seres humanos que podrían ser considerados por algunos como "mentalmente inferiores" que algunos animales no-humanos como se da en el caso de los recién nacidos o de los humanos con serio daño neurológico, o con personas con serio retraso mental. Es científicamente evidente que muchos otros animales poseen capacidades cognoscitivas superiores a estos últimos.

Pero más allá de lo anterior, debemos cuestionarnos cómo ser "más inteligente" puede ser considerado como un criterio para discriminar moralmente a otros. Sea esto, ¿cómo se relaciona ser "Intelectualmente superior" con esclavizar, maltratar y matar a otros individuos? El enfocar la inteligencia como criterio de inflexión entre lo correcto y lo incorrecto es erróneo pues es arbitrario y convenientemente seleccionado.

Basta darse cuenta que no usamos el criterio de la supuesta "inteligencia" contra otros seres humanos, ¿no? Nadie anda por ahí matando humanas/os y justificándolo porque su coeficiente era menor que el de una/o . Pero ya me he alejado un poco del tema.
(1) Un comentario ligeramente especista, de todas formas.

Sunday, October 21, 2007

Deshaciéndose de vestigios especistas

Lógicamente, es muy probable que después de hacernos veganas/os aún carguemos con nosotras/os por mucho tiempo artefactos, utencilios, muebles, ropa u otras cosas que han sido parte de la explotación animal o han sido fabricados con animales no-humanos. Esto es casi inevitable debido a que la explotación de los animales no-humanos es universal y prácticamente transversal a todas las actividades realizadas por la humanidad.Por supuesto que una vez cambiada nuestra manera de pensar, jamás volveremos a ver con los mismos ojos aquella chaqueta de cuero que antes usábamos para llamar la atención de una manera que pensábamos positiva. Es bastante probable también que no seamos capaces de ponérnosla otra vez por motivos emocionales, por repulsión.Por esto, quizás muchas/os se hacen la pregunta: ¿debo seguir usando estas zapatillas de cuero (que compré antes de transformar mi estado de conciencia al veganismo)? Mi respuesta es simple: es tu opción.Es distinto usar la ropa que aún te sobra de tu época pre-vegana a comprar cosas especistas una vez vegana/o. Básicamente depende de ti si continúas usando lo que te ha sobrado por el resto de su vida útil.Sin embargo, no puedo evitar sino dar a conocer mi opinión respecto al tema.Cuando adopté el veganismo tenía en mi poder una chaqueta confeccionada con piel de un animal no-humano. Más allá de que por asco no podía usarla, me pareció que un objeto tan llamativo se prestaría tanto para promover la compra de chaquetas de cuero como para ser blanco de falacias ad hominem (para leer más sobre esto, click aquí), y yo no quería que ninguna de estas situaciones se diera, por lo tanto decidí no usarla nunca más, aún cuando le quedara vida útil.Pero por otro lado, aún me quedaban unas zapatillas no-veganas en muy buen estado y continué usándolas -y continúo usándolas- esperando que pierdan su utilidad. Esto lo justifico de cuatro maneras distintas. La primera, una prenda como las zapatillas que se usa al nivel del suelo es dificilmente apreciable en las situaciones comunes de socialización y sobre todo teniendo en cuenta que son negras. La segunda, no me gusta fomentar el consumismo porque lo considero nocivo para la conducta humana y jamás me compro una prenda -o cualquier otra cosa- si ya dispongo de algo similar que cumple la misma función. Por ello, siempre me gusta tener lo menos posible de ropa en mi armario.Tercero, por un tema ecológico relacionado con generar demanda de productos que luego son basura que no se reciclará. Cuarto, por un tema económico.
En conclusión, hasta el momento pienso que es decisión de cada una/o pero si mis reflexiones te sirven para tomar una determinación, mejor aún.

"Si no lo hago me muero" o Falacia de Bifurcación (o falacia de Blanco o negro)

Este sofisma ocurre cuando alguien hace parecer que sólo existen las alternativas de comer animales no humanos o morir. Es usual oír:

"O como animales [no-humanos] o me muero. Si tengo que elegir entre una vaca y mi vida, debo comerme a la vaca".

Por esa razón, esta falacia también es conocida como "blanco o negro", porque deliberadamente obvia que existen otras opciones que las que se presentan. De hecho, es OBVIO que existe una tercera opción: ser vegana/o, porque de no ser así, yo estaría muerto y sin vida no puedo escribir esto.

Argumentum ad hominem

Una de las falacias más comunes en las discusiones sobre veganismo y equidad animal -así como en todos los debates sobre temas controversiales que existen. Significa literalmente "argumento dirigido al hombre" (tomado como especie, es decir, "humana/o") y existen dos variedades de este sofisma: la forma abusiva y la circunstancial.La primera, llamada forma abusiva, consiste en rehusarse a aceptar una afirmación hecha por alguien y argumentar este rechazo en base a críticas a la persona que las hizo, y no rebatir sus razonamientos como debiese ocurrir.
Por ejemplo, si yo te explicase que debes ser vegana/o y tú me respondieses que yo le soy infiel a mi esposa, estarías cometiendo un argumetum ad hominem abusivo. No estarías rebatiendo mis argumentos y, sin importar si yo soy infiel o no, puedo decir la verdad sobre otro tema determinado, en este caso, los derechos animales.
Sin embargo, existe una segunda manera de usar un argumentum ad hominem abusivo, la cual consiste en rechaza una afirmación sosteniendo que ésta fue también expresada por una personalidad socialmente condenada o fácilmente criticable. Un ejemplo frecuentemente repetido es:"Adolf Hitler también era vegetariano"En la afirmación anterior se intenta, artificialmente, unir el holocausto con el vegetarianismo a través del dictador nazi (1). Pero el hecho de que Hitler haya sido vegetariano no dice absolutamente nada acerca del vegetarianismo o de los vegetarianos en general. No porque Hitler lo haya sido eso va a significar que, por ejemplo, los vegetarianos sean violentos, asesinos o que estén equivocados. Stalin no era vegetariano, ¿quiere esto decir que los no-vegetarianos son asesinos también (2)? Por otro lado, Gandhi era vegetariano entonces el argumento se desmorona completamente. La segunda forma de este sofisma es intentar persuadir a alguien de aceptar una afirmación que uno ha hecho apelando a las circunstancias particulares de esa persona. Un ejemplo textual de un documento online sobre lógica y falacias:"... por lo tanto es perfectamente aceptable matar animales [no-humanos] para la alimentación. Espero que no lo discuta porque le veo feliz y contento con sus zapatos de cuero". (3)El argumentum ad hominem es una falacia porque la verdad de una afirmación no depende en absoluto de la persona que la emite. Ya sea que un asesino en serie, el Papa, un Premio Nobel de la Paz o Juan Pérez haga una aserción, la validez de esta sólo dependerá del razonamiento lógico que se haya efectuado y no de quien lo haya efectuado. Si es lógicamente correcto, entonces no importa quien lo diga.Suponiendo que quien nos está diciendo que todas/os las/os animales somos equivalentes sea un conocido mitómano, esto quizás ponga en duda su aseveración pero sin embargo no probará que su afirmación sea falsa.

(1) Aún cuando es lógica y moralmente irrelevante, no está claro si Hitler era realmente vegetariano.
(2) Bien, en el caso de que asesinen a animales no-humanos, sí lo son, pero esto es irrelevante para esta discusión pues ellos no son concientes de esto.
(3) Los corchetes [] los he agregado yo.

Sunday, September 23, 2007

¿Es Comer Una Acción Moral?

Por Diego Salvador Andrade Yánez, Director de Animalismo
Editado y aprobado por Alejandro Steve Ayala Polanco, Presidente y Fundador
Homo Vegetus

Para entender lo que es una acción moral, primero debemos conocer qué significa moral, y de paso cuál es su relación con la ética. Porque ética y moral, aunque en la vida cotidiana se ocupan como sinónimos (que para efectos prácticos está bien), en realidad tienen un significado ligeramente diferente.

Moral son todas aquellas reglas de conducta que se nos han enseñado desde nuestra más tierna infancia con el motivo de regular nuestras acciones que tienen repercusión sobre los demás; ética es la reflexión consciente que hacemos de estas normas para determinar, libremente, cuáles hemos de seguir y cuáles no y el por qué de éstas. Entonces, la moral separa lo bueno de lo malo y la ética nos dice si esto es correcto o no. Así, vemos claramente que la ética es temporalmente posterior a la moral. Pero esto no significa que, necesariamente, ambas entren en conflicto; todo dependerá de la reflexión que haga cada humano de las normas morales que le han sido entregadas, decidiendo si éstas son adecuadas o no (1).

Teniendo esto claro, podemos ahora decir que existen distintos tipos de acciones que realizan los humanos, estando entre ellas las acciones morales, las que se pueden definir así: acciones que repercuten sobre los demás y que el humano realiza libremente, esto es, conscientemente (2). Por lo tanto, no todas las acciones que realizamos pertenecen al ámbito de lo moral pues es necesario que la decisión que lleva a ésta sea consciente y libre. Y además, una misma acción no es moral para todas/os porque se requiere que el individuo que la realiza sea capaz de distinguir entre lo bueno y lo malo, es decir, sea capaz de percibir las consecuencias de sus acciones (3). Así, los no-humanos no constituyen agentes morales, como tampoco lo son algunos humanos como personas con discapacidad mental o los infantes.

Sin embargo, la mayoría de los humanos sí somos capaces de percibir las repercusiones que nuestras acciones tienen en el mundo. Es por esto que nos regimos por normas morales que pretenden minimizar el daño que les hacemos a otras/os. El problema estriba cuando, a pesar de ser capaces de hacerlo, a pesar de nuestra libertad, no somos capaces de romper el condicionamiento social en el que hemos nacido para hacer una crítica de nuestra moral. Es necesario el escepticismo, que nos cuestionemos firmemente las conductas morales que nos han implantado para descubrir una ética evolucionada, acorde a los tiempos que vivimos. Sea esto, debemos romper el condicionamiento y aceptar la libertad de elegir que cada uno de nosotras/os tiene (4).

Pero, ¿qué tiene que ver todo lo anterior con la adopción del vegetarianismo o veganismo? La respuesta es que mucho. Históricamente, el comer no ha sido considerado como una acción moral, sino que como una acción mecánica (2). Esto se refiere a que nosotros comemos por necesidad, por instinto, mas esto no involucraría una decisión entre el bien y el mal, entre lo correcto y lo incorrecto. Esto no es exacto porque en esto confundimos el comer con el nutrir (5). Nuestro cuerpo necesita nutrirse, esto es absolutamente necesario y universal para todos los seres humanos, y es una acción claramente instintiva y mecánica o inconsciente, si se quiere. Pero al comer, nosotras/os elegimos con qué nos nutrimos. Todas/os debemos nutrirnos, pero la acción moral está oculta en qué es aquello que escogemos para proporcionarnos los nutrientes que nuestro organismo necesita, si elegimos una legumbre u hortaliza o un ser sintiente como un cerdo o una vaca.

Indiscutiblemente, una dieta basada en el omnivorismo tiene tremendas consecuencias en el entorno, tanto para los no-humanos (lo central del asunto) como para los humanos y el medio ambiente. No ser vegetariana/o implica no sólo la esclavización y tortura de los animales no-humanos, sino que además tiene un costo ecológico ingente para el planeta, a la vez que imposibilita la distribución equitativa del alimento en la población humana mundial. Entonces, si las consecuencias de aquella acción (no ser vegana/o) están a la vista, ¿qué hace falta para que los humanos tomen cartas en el asunto? No podría ser más simple y más complejo: que se cuestionen su moral.

Si no se nos enseña a rechazar el dogmatismo, a evitar lo a priori sin que medie reflexión por nuestra parte, entonces la contienda siempre será desigual. Aquellas/os que aún son pre-vegetarianas/os, a diferencia de quienes ya somos veganas/os, no se han percatado que cada vez que se sientan a almorzar, cada vez que acuden a un restaurante, cada vez que compran un hot-dog en la calle, están siendo partícipes de una acción moral negativa que decanta en la esclavización y asesinato de seres sintientes, en la destrucción ecológica, en el deterioro de la salud y en la hambruna mundial. Todo esto está claro si uno decide verlo, si uno rompe el condicionamiento antropocéntrico, el cual se nos ha impreso en nuestras células neuronales desde que por primera vez se nos alimentó con la leche que el cuerpo de otro animal había hecho para su bebé.

“Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo” (Gandhi)

La cita precedente coincide de cierta manera con el existencialismo de Sartre, al decirnos que cuando nos elegimos, elegimos a los demás (4); es decir, que cuando nos elegimos veganas/os, lo que queremos decir es que todas/os las/os humanas/os debiesen ser veganas/os. Sin embargo, en la actualidad no basta con esta declaración política que significa el veganismo. En el mundo de hoy el condicionamiento antropocéntrico de la mano de los intereses económicos se halla con aliados poderosos: los medios de comunicación, el marketing, fuertes elementos a través de los cuales se llama al dogmatismo, a la no reflexión. Sin embargo, estos mismos elementos pueden ser ocupados para luchar a favor del veganismo.

Por todo lo anterior es necesario que quienes ya hemos abierto los ojos y hemos abrazado nuestra libertad, ayudemos a los demás a ver la ropa sucia que se oculta bajo la alfombra de la inercia social. Es necesario educar a nuestras/os compañeras/os de especie, no atacarlas/os. No debemos olvidar que prácticamente todas/os quienes hoy somos veganas/os algún día no lo fuimos y tampoco habíamos tomado conciencia de estos asuntos. Si alguien nos hubiera atacado en aquella época tal vez nosotras/os también hubiésemos reaccionado sellando herméticamente nuestra mente para no dejar entrar la moralidad en el comer. Es como tan sabiamente decía Ghandi: “No es posible introducirle nuevas ideas a un hombre si se le corta la cabeza, ni se infunde un nuevo espíritu a su corazón, clavándole una daga” (6).

En conclusión, para lograr la abolición del especismo (7) debemos lograr que todas/os aquellas/os que aún no son vegetarianas/os o veganas/os descubran el comer como una acción moral, porque mientras no sean conscientes de esto el acto será amoral. Debemos enseñarles las consecuencias que yacen en esta acción que nos parece tan simple para que, libremente, puedan escoger el veganismo como la opción de ética más elevada. Por supuesto, lo mismo ocurre con las otras acciones morales que el veganismo desvela: vestirse, entretenerse y experimentar en la ciencia.


Referencias:

Gutiérrez, Claudio (1997); “Etica y Moral: Teorías y Principios”, www.claudiogutierrez.com
Amatrian Losa, Ioseba; “Especificidad de la acción moral”, España.
Wayland, Francis, (2003); “Elements of Moral Science” , www.lonang.com
Sartre, Jean Paul, (2003); “El Existencialismo es un Humanismo”, www.bibliotecaignoria.blogspot.com
Según la RAE, Nutrir: “Aumentar la sustancia del cuerpo animal o vegetal por medio del alimento, reparando las partes que se van perdiendo en virtud de las acciones catabólicas”; comer: “Masticar y desmenuzar el alimento en la boca y pasarlo al estómago”, primera definición.
Gandhi, Mohandas (2004); “Reflexiones sobre la No Violencia”, www.formarse.com.ar
Discriminación por especie: desestimación de los intereses de los animales no-humanos por parte de los humanos.
Artículo aparecido en el número 5 de revista Híbrido en septiembre de 2007.

Saturday, August 04, 2007

El Especismo NO Es Un Juego









Tuesday, July 10, 2007

¿Especistas Contra El Especismo?

¿Existen humanos especistas que aparentemente luchan por los derechos de los animales no-humanos? Existe una evidente paradoja en la pregunta anterior, pero increíblemente existe un grupo de humanos que lucha por los no-humanos a pesar de (o mejor dicho, desde) sus prejuicios especistas.



Joan Dunayer, la autora de Especismo (Speciesism, 2005) y Animal Equality: Language and Liberation (2001) (ambos cuya lectura permanece pendiente de mi parte), habla de dos tipos de especistas: los especistas antiguos y los neoespecistas.

Los especistas antiguos son aquellos que consideran a los animales humanos como superiores a cualquier otro animal y no aceptan la equidad que tienen todos los seres sintientes, desestimando que estos últimos deban tener derechos para proteger sus intereses.

Los neo-especistas son aquellos animales humanos que creen que la diversidad biológica es una pirámide de superioridad ascendente donde los humanos ocupan la cúspide y cualquier no-humano viene más abajo. Así, este tipo de especista le entrega derechos básicos a aquellos seres sintientes que le parecen más semejantes a los humanos en términos morfológicos o cognitivos, o por cualquier otra razón moralmente irrelevante.

Este último tipo de especista está claramente representado por Peter Singer y por las grandes organizaciones corporativas estadounidenses como PETA y la HSUS, ambas de enfoque bienestarista, es decir, organizaciones que buscan regular el trato que se les da a los demás animales y NO abolir su esclavitud (la corriente que busca acabar con la explotación animal y plantea al veganismo como la solución se conoce como abolicionismo).

Con motivo de una reunión que sostuve hace pocos días con otras agrupaciones de defensa animal me vi enfrentado cara a cara con el bienestarismo y pude apreciar mejor que nunca su inmoralidad e ineficacia. En dicha reunión la totalidad de mis interlocutores eran bienestaristas y casi todos pertenecían a agrupaciones que buscan acabar con el maltrato de perros y gatos que deambulan abandonados por las calles, así como también con el cuidado negligente que algunos tutores tienen con sus compañeros no-humanos. Por supuesto, ninguno de ellos es vegano/a ni promueve el veganismo. Es más, al ser interpelados sobre el tema parece que nos les importara. Habían también representantes de una organización internacional de corriente bienestarista.

A todas luces luchar por los demás animales y no ser vegano es un contrasentido. ¿Cómo podría ser coherente estar conciente que los demás animales son explotados por los humanos y aún así estar alimentándote de su muerte y sufrimiento cada día? Estas agrupaciones representan claramente el neo-especismo del que habla Dunayer. Más aún, estas agrupaciones preocupadas de los perros y los gatos, pero no de otros animales demuestran que no han reconocido la equidad entre todos los seres sintientes (obviamente, si no son veganas/os) sino que sólo responden a un lazo emocional que tienen con estas especies animales. Es decir, no es justicia sino compasión y la compasión no es un criterio ético válido.

Por supuesto, no es mi intención atacar a las personas sino rechazar las nociones especistas y las campañas bienestaristas y de educar también. Seguramente, muchas/os de ellas/os no han tenido la oportunidad de plantearse el tema o de instruirse al respecto. Para eso está este blog.

Monday, July 09, 2007

Hablando Vegano

En mis viajes por la web me topé con un documento de la IVU (Unión Vegetariana Internacional) donde se toca uno de los temas que primero mencioné en este blog: el lenguaje especista. En él, mencioné cómo el lenguaje reflejaba los aires de superioridad de los animales humanos con respecto a sus compañeros de especie, refiriéndome específicamente a los dichos y refranes populares. El texto puedes leerlo aquí.

Como se aprecia en la página de la IVU, apoyado por el trabajo de Joan Dunayer al respecto, el lenguaje juega un papel preponderante en la definición de nuestras conductas y refleja la mentalidad de la sociedad, así como también puede contribuir a cambiarla. Como ejemplo, someramente se muestran los avances que se han conseguido en el cambio de un lenguaje sexista a uno que reconozca la equivalencia entre hombres y mujeres. El texto pueden verlo aquí: http://www.ivu.org/spanish/congress/2004/lectures/jacobs.html

Además, se presentan distintas formas de lenguaje especista (entre ellas, los refranes) y se dan alternativas para hablar de una manera coherente con nuestro veganismo y con la equidad que todas/os las/os animales tenemos.

Wednesday, July 04, 2007

"Lo Hemos Hecho Siempre" o Argumentum ad Antiquitatem

En vista y considerando que existen muchas falacias dando vueltas en los debates sobre especismo, veganismo e integración animal, me he planteado la idea de hacer una breve introducción sobre qué son las falacias y luego ir estudiando cada una de éstas en distintas entradas. Por supuesto, ya he hablado sobre la primera aquí.

Las falacias son, por decirlo así, defectos técnicos en la construcción de un argumento que hace que éste sea inválido. La mayor parte de las veces el error pasa desapercibido, pero un rápido análisis puede desvelar el error o la trampa. Muchas/os usan de antemano argumentos falaces para justificar lo injustificable, lo que ocurre demasiado a menudo en el debate sobre el veganismo.

Una de las falacias comúnmente utilizadas por aquellos que aún no han desvelado sus ojos del prejuicio especista es aquella que reza algo como lo siguiente: "el hombre lleva miles de años comiéndose a los animales [no humanos], entonces ¿por qué habría de parar ahora?". Existen diferentes planteamientos para el "argumento" anteriormente citado, pero básicamente éste hace alusión al hecho de que como los humanos llevan milenios explotando a los no-humanos entonces es correcto hacerlo. Esta falacia es conocida como argumentum ad antiquitatem.

Si analizamos honestamente este argumento vale preguntarnos, ¿realmente el hecho de que un acto venga ocurriendo durante mucho tiempo justifica a éste mismo? ¿El hecho de que algo sea antiguo lo convierte necesariamente en válido?

Antes del siglo XIX, las mujeres no habían tenido derecho al sufragio. Entonces, según el argumentum ad antiquitatem, es correcto que las mujeres no voten puesto que nunca lo habían hecho. Sin embargo, sabemos que el derecho a votar no guarda relevancia con la negación al sufragio que solían tener las mujeres motivado por un prejuicio de tipo sexista.

Hoy en día, ocurre básicamente lo mismo. Una negación de los derechos es justificada por falacias (como ésta) y motivada por un prejuicio (que en este caso es el especismo).

Llévense los Perros a Casa

Me encontraba en un acto de protesta frente a la Embajada de Canadá para el Día Internacional Contra la Matanza de Focas en aquel país. Mientras el resto de manifestantes (mayoritariamente voluntarios/activistas de Anima Naturalis) saltaba y gritaba consignas (a las que yo no me unía por considerarlas ofensivas), yo me dedicaba a repartir volantes sobre la explotación animal y el sufrimiento de las focas.Entonces, cuando me disponía a entregarle un volante a un hombre, éste repentinamente se niega a recibirlo y me dice: "Mejor deberían llevarse a todos los perros a sus casas y solucionan el problema".
Cuando queremos llegar a las conciencias de las personas, el peor camino es ser ofensivo con ellas. Si queremos que alguien entienda el porqué debe ser vegano jamás lo lograremos insultándolo. Una persona que se siente atacada inmediatamente cierra su cabeza a nuevas ideas. Por lo demás, gritar que los canadienses son "asesinos" no sólo es contraproducente sino que además ridículo. Sí, es cierto que muchos canadienses participan de la explotación de animales no-humanos y es cierto que matar a un no-humano es equivalente a matar a un humano, por lo que esto constituye un asesinato, pero estas personas no están al tanto de la igualdad entre seres sintientes por lo que para ellos estos gritos sólo cobran el sentido de insultos. Además, lo ridículo es que ser canadiense no es sinónimo de ser un asesino. No sólo existen muchas/os veganas/os en Canadá, sino que -bajo el criterio de llamar asesino a todo aquel que mate animales no-humanos- estaríamos diciéndole asesino a la mitad del planeta. Y así no vamos a lograr libertar a los demás animales.
Debemos ser respetuosos, no violentos, estratégicos si queremos conseguir derechos para los demás animales. De lo contrario terminaremos con que nadie podrá escuchar lo que realmente pedimos, como aquel hombre que me dio su maravillosa sugerencia.

Monday, July 02, 2007

¿Vivisección o Tortura? Cuestión de Términos

Durante los últimos dos años, en mi país se ha estado efectuando una campaña ininterrumpida para acabar con el Bioterio de Primates que mantiene la Pontifica Universidad Católica de Chile, lugar donde se mantiene presos a más de 100 monos capuchinos. La siguiente entrada tiene como fin responder a una carta publicada en el diario Las Ultimos Noticias por parte de los alumnos de la Facultad de Ciencias Biológicas, área de la universidad a cargo del mencionado Bioterio. Mi respuesta fue enviada asimismo al diario mencionado.
*
"Bien y tFrente a las informaciones del quehacer del vivero de la Facultad de Ciencias Biologicas de la Pontificia Universidad Catolica, queremos aclarar ciertos puntos.Creemos prioritarios que la labor de los cientificos y la investigacion medica no se malentiendan en su labor social de conseguir una vida mejor. Aclaramos que la viviseccion es cualquier tipo de cirugia que implique manipular al animal sin que este muera. No es igual a torturarlo ni permitir estados de dolor ni stress intenso, tanto por motivos eticos como por motivos tecnicos, ya que un animal estresado no proporciona informacion fidedigna que permita la comprension del fenomeno en estudio. Ademas, las cirugias que a diario se practican en hospitales y clinicas tambien son vivisecciones. No es parte del saber publico que los actuales indices de longevidad y calidad de vida, se han logrado en gran medida con la investigacion medica que como modelo final usa a animales y, en algunos casos, a humanos".
La mayoría de los signos lingüísticos son inmotivados, es decir, son producto de convenciones sociales. Es decir, finalmente los significantes que le otorgamos a determinados significados son arbitrariamente escogidos. Cuando dos seres humanos identifican el mismo objeto o concepto por medio de una misma palabra o significante es porque se han puesto de acuerdo para aquello. El significado que un científico pueda darle al significante VIVISECCIÓN es el mismo que algunos le damos al significante TORTURA. Para que esto se entienda mejor, el hecho de que a los experimentos que se realizan en la universidad católica se les denomine eufemísticamente bajo el término “vivisección” no quita que esta actividad sea inmoral o que constituya un acto de tortura.
Además, analizando la acción sin importar el término que se le asigne, ¿qué tan posible es efectuar operaciones en un animal vivo sin que éste se encuentre ya bajo una situación de estrés o dolor? El dolor es una condición sicológica, como lo dice la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, International Association for the Study of Pain). Y más aún, ¿acaso se pretende hacer ver en el párrafo resaltado que, de alguna forma, es “más ético” seccionar a un individuo (es decir, abrirlo y estudiar su interior) evitando que este muera a diferencia de que muera a causa de la experimentación? Creo que muchas/os en el lugar del individuo seccionado estaríamos en desacuerdo, pues querríamos ser librados de la tortura a la que se nos somete. Con esto no quiero decir para nada que sea correcto experimentar con los animales siempre que estos mueran. De plano es absolutamente incorrecto hacerlo y el sólo hecho de justificarlo no se fundamenta nada más que en el prejuicio especista que posee la comunidad científica.
Por otro lado, y aún sin justificar de ninguna manera la llamada vivisección, los experimentos en especies distintas de la nuestra jamás han sido experiencias válidas pues la extrapolación de los resultados obtenidos a nuestra propia especie es inservible. Somos especies distintas, con fisiologías diferentes, y las reacciones que pueda tener un ratón a cierto químico pueden como no pueden ser iguales a las que tendría un homo sapiens. Sumado esto al estrés inexorable que se suscita durante una operación innecesaria y forzada, los resultados carecen de validez en absoluto y sólo sirven para respaldar falazmente una investigación que, muy probablemente, zozobra en calidad.
¿Cuál es el precio que hay que pagar por estos supuestos adelantos? Es decir, ¿puede ser ético decir: “que algunas/os sufran (mueran) para que otras/os vivan”?. Este es el principio que rige las atrocidades conocidas como disección y vivisección. Y la justificación: “las/os afectadas/os no son humanas/os”. Esto es una discriminación claramente arbitraria que ignora rotundamente las necesidades e intereses de los demás animales (por favor, recuerden que los humanos TAMBÍEN somos animales), es decir, esto es claramente especismo.
Etico sería usar humanos en los experimentos, los que voluntariamente aceptaran las condiciones bajo las cuales se trabajará. Sin embargo, es mucho más fácil y barato para los científicos involucrados forzar a individuos que no tienen la fuerza suficiente para defenderse o la habilidad lingüística para rehusarse o protestar por lo que se les hace."La experimentacion con animales no solo se aplica en medicina humana, sino tambien en medicina veterinaria y en la industria farmacologica, cosmetica y agronomica: mucho de lo que hoy facilita nuestra vida proviene, directa o indirectamente del "uso" animal. Esto no es algo que a la gente le guste, pero es algo INDIFERENTE PARA LA MAYORIA. Nadie se ofrece para que prueben las nuevas vacunas experimentales contra el sida, ni va a soportar que sus seres queridos que padecen de Alzheimer o epilepsia pierdan cada dia ante sus ojos la capacidad de comunicarse, de comprender, de amar y de ser independientes".
El preocuparse sólo por los seres “queridos”, es decir, cercanos como familiares o amigos y mostrar ningún interés en los otros individuos que habitan este planeta es una actitud absolutamente carente de ética y ejemplifica claramente la mentalidad de los sujetos que efectúan estos experimentos.
Es como si yo mañana dijera: “apruebo que se busque una cura para el cáncer de mi esposa experimentando en un niño africano que nunca he visto. Yo quiero que mi esposa se recupere”. La única diferencia en este caso es que los afectados por la tortura no son humanos, pero ellos también tienen el interés de vivir y de no sufrir intencionalmente bajo la mano de terceros.
Cuando uno actúa ETICAMENTE no se preocupa sólo de aquellos que son cercanos, sino de todo el mundo. Ese es el valor de la justicia, no tiene justificación emocional sino racional, lógica. Es el principio de que todos somos equivalentes el que debe regir las conductas de los humanos, entre ellos la comunidad científica. Tal vez los simios o ratones que sufren en los laboratorios no pueden comunicarse mediante el mismo lenguaje que nosotros, pero ¿eso justifica que los tratemos como objetos?
"La comunidad mundial de cientificos no es indiferente al tema y se ha generado una serie de protocolos que detallan las condiciones en que se debe efectuar la experimentacion, desde el anestesico que debe utilizarse, hasta las veces que deben de ser alimentados al dia, entre otros. En el vivero de nuestra facultad la experimentacion en animales se rige por el principio de las 3 R (reemplazar, reducir y refinar); se siguen las normas de experimentacion animal Canadienses, Estadounidenses y de la Comunidad Europea, dado que en Chile solo existe una ley sobre maltrato y no sobre experimentacion animal. Ante la demanda de mayores conocimientos sobre la naturaleza, los proyectos de investigacion seguiran siendo una oferta que satisface esta exigencia. Es preciso que la evaluacion publica no se base en datos sesgados, que solo favorecen a la desinformacion y mantiene situaciones de conflicto y violencia".
La cantidad de veces que se mejoren las condiciones en los laboratorios donde se experimenta en animales no importa en lo más mínimo porque la verdad es que, en primer lugar, no DEBERÍA tomarse a estos animales como objetos sino como individuos que merecen estar libres y disfrutar de su vida, igual que el resto de nosotros. Si fuera yo quien estuviera preso en un laboratorio donde se me somete a pruebas en contra de mi voluntad para mejorar las enfermedades de terceros, ¿me importaría que me dieran mi comida 3 veces al día? Lo que yo querría es ser libre, aunque en esa misma libertad sólo comiera 2 veces al día.

Friday, June 29, 2007

Jugando con La Manzana

En el documental La Carne es Débil (A Carne é Fraca) del Instituto Nina Rosa de Brasil
me encontré con una muy buena manera de plantear cómo el ser humano rechaza la equivalencia entre distintas especies de seres sintientes a expensas de negar el sentimiento de igualdad que, muchas veces, por naturaleza presenta.
El comentario dice más o menos así: supongamos que frente a un niño pequeño, digamos un infante, uno coloca un conejo y una manzana. Entonces, nos preguntamos, ¿qué hará el niño?: ¿jugará con la manzana y se comerá al conejo? o ¿se comerá la manzana y jugará con el conejo?Es interesante presenciar cómo el humano va sistemáticamente negando aquellas conductas que se conocen como "humanas" (lenguaje especista) y que instintivamente tiene para actuar de acuerdo a lo que le han enseñado que debe hacer. Obviamente esto está relacionado con la incapacidad que tienen muchos humanos de llevar su moral a análisis y hacerla madurar en una ética evolucionada (es decir, adaptada a los tiempos, al medio) principalmente debido a que la ignorancia es un negocio en la sociedad, de la que la industria se beneficia.

Thursday, June 28, 2007

"¿La Burguesía de Ser Vegano?"

He querido hacer una breve entrada en este punto para analizar la supuesta burguesía que implicaría el ser vegano. Esto está directamente relacionado con los comentarios dejados en la entrada anterior por Janekew, así como en algunos mensajes dejados en mi correo personal por ella misma. Haré copy paste de lo escrito por ella para analizar sus dichos, espero con su bendición con el único fin de aclarar la verdad. Janekew dijo:"jajajjaa no sé sigo encontrandpo tremendamente burgués el decirle a la gente qué es lo que tiene q hacer y decirle a un pobre, oye no te comas a tu hermano q siente... cuando la gente no tiene q comer y una acelga está a luka"Exponer las razones por las que todos los seres sintientes somos equivalentes, la esquizofrenia moral en que vive la sociedad y la ignorancia sobre el tema no es bajo ninguna perspectiva "decirle a la gente lo que tiene que hacer". De hecho, el veganismo implica precisamente lo contrario debido a que se fundamenta en la ética. Las religiones difunden conductas morales "porque sí" y le dicen a la gente cómo vivir, sin mediar análisis por parte de los fieles. Por el contrario, la ética hace todo lo contrario: somete a la moral a una reflexión consciente de sus valores y promueve al individuo a analizar si lo que le han dicho es correcto o errado. Es eso lo que hace uno cuando promueve los derechos de todos los seres sintientes: presenta "ser" y llama a reflexionar sobre el "debe ser".
Si ser activista por los derechos animales fuera "decirle a la gente qué hacer" y fuera "burgués", entonces cualquier tipo de movimiento social sería igualmente un grupo de burgueses ordenándole a las personas cómo vivir sus vidas. Bajo esta perspectiva sería inaceptable proponer cualquier cosa, había que dejar que todo siga igual. Esto sí me parecería inmoral (habiendo muchas cosas en el mundo que necesitan ser cambiadas).Por otro lado, tú dices "encontrar" que ser vegano es ser burgués y apoyas tu "creencia" en que has visto muchos veg(etari)anos "ABC1". Esto no es un argumento válido para calificar al veganismo de burgués porque se basa en evidencia anecdótica. Yo puedo decirte que todas/os las/os veganas/os que conozco son de clase media/baja y entonces estaría inmediatamente invalidando tu razonamiento. De hecho, es cierto que de la totalidad de las personas que conozco que practican el veganismo ninguna califica como clase alta o ABC1. Por lo tanto, desmentida tu creencia. Y lo que todo esto prueba es que el veganismo es transversal a la sociedad porque se trata de comportamientos éticos y no de poder adquisitivo.
Ahora, tu afirmación de que para ser vegana/o se necesita de poder adquisitivo es falsa. Es de conocimiento común que los vegetales son más baratos que los músculos de animales muertos, tal y como lo demuestran las investigaciones hechas por el área de vegetarianismo de Homo Vegetus (puedes verlo en www.homovegetus.cl). No obstante, esto sólo lo señalo para demostrar que estás basando tus opiniones simplemente en tus prejuicios, ya que fuera ser vegano caro o barato, jamás deberíamos decidir si asesinar o no individuos en base a criterios económicos. " y no creo eso de la manteca vegetal jajajaja pq siempre la gente compra pan donde sea... en serio yaps"No hay mucho que comentar acá porque las "intuiciones" llevan a engaño demasiado seguido y no representan argumentos válidos, por lo de más. Yo siempre como pan sin manteca, con manteca vegetal o hago mi propia pan. Además, es obvio que alguien que aún no es vegana/o comprará su pan donde sea, pero no así alguien que está preocupado de acabar con la explotación de los demás animales y no desea ser partícipe de ella. " = es burgués pq la gran mayoría vegana es abc1, tienen plata para poder comprar productos 100% vegetales, conozco muchos en la uc hay muchos,"No es necesario tener dinero, como ya expuse. Ser vegano es más barato. Lo demás ya lo contesté." pero caen ahí, en q usan todo sintético cuando detrás de lo sintético viene toda una gran destrucción al ecosistema.... tan sólo fíjate diego"Este punto es súper importante porque es un argumento que muchas/os veganas/os seguramente tienen problemas al intentar debatirlo y porque además muestra una postura especista que pasa desapercibida.Yo, como cualquier vegana/o, uso ropa o hecha de fibras vegetales (como el algodón) o sintética. Ahora, bien, el polyester es extraído de la refinación del petróleo, combustible fósil que causa daño ecológico. Entonces, uno podría interpelar a un/a vegano/a como Janekew lo ha hecho conmigo. Pero debemos siempre hacernos una pregunta "¿y si el individuo fuera humano?" cuando queremos entender si estamos actuando de manera especista. Si los animales a quienes se les mata para extraer su piel para producir ropa fueran humanos, ¿alegarías tú lector que debemos seguir haciéndolo porque usar telas sintéticas destruye el ecosistema? Es decir, en un caso hipotético, deberíamos usar pieles de bebés en vez de polyester porque este es contaminante. (Uso a los bebés como ejemplo porque éstos tienen menos capacidades cognoscitivas que algunos animales no-humanos, lo que ayuda a comprender el punto).Entonces, este punto no tiene ninguna relevancia porque es claramente especista y sólo lo avalan aquellos que aún ven a los demás animales como seres inferiores. Entre utilizar un material que causa la esclavitud, explotación y muerte de animales directamente y otro que tiene asociado un potencial daño ecológico indirecto, obviamente, elegiré el primero.
Muchas gracias, Janekew por tus comentarios, creo que han servido mucho para exponer el tema.

Tuesday, June 26, 2007

“El León Se Come a la Gacela/Cebra” o La Falacia de la Ley Natural

Muy lejos de aquí, en África, existe una sociedad de personas despiadadas, crueles, inmorales, en cuyos corazones reina la anarquía ética y cuyos integrantes no dudarían un segundo en cazarte si te vieran corriendo libre por la sabana para luego devorarte en familia, satisfaciendo así su impuro deseo de sangre. Estas criaturas son conocidas en Occidente como los “leones”, y no titubearán ante la idea de comerte en su próximo almuerzo. 
¡Cuidado! Este león podrían comerte.

Existe un cierto momento en las discusiones sobre veganismo donde los argumentos se vuelven cada vez más excéntricos y uno no esta seguro si tomarlos en serio o cambiar el switch mental y pasar a modo sarcástico/burlesco. Uno de estos argumentos de dudosa procedencia que pretenden encontrar un “vacío moral” en la teoría de derechos animales es el que reza: “el león se come a la gacela, y si pudiera te comería a ti”. A veces explícitamente, pero la mayoría de las veces implícitamente, quienes usan este argumento pretenden con esto validar que comamos otros animales pues, si la situación fuese al revés, ellos lo harían con nosotros. 

Así es la naturaleza

Le falta sal.

Pero existen varios problemas con mirar a la naturaleza y ver un libro con reglas de conducta éticas en ella.
Tomemos el argumento como cierto y supongamos que sí es válido elevar a los leones a modelo de moralidad. Algunos de los comportamientos normales entre leones son los siguientes: cuando un león macho pelea contra otro y expulsa a este último para quedarse con su hembra, mata a los cachorros que haya tenido el ex macho alfa para forzar a la hembra a volver a entrar en periodo de reproducción; no sólo el macho sino que la hembra también matará a sus cachorros si la comida es escasa y es más provechoso comérselos para luego volver a tener otra camada. 


¿Deberíamos imitar a los leones en  estos comportamientos también? ¿Deberíamos matar a los hijos de nuestras parejas si son hijos de otro hombre o comernos a nuestros hijos en tiempos de recesión económica? 
Hermano, tienes algo en el ojo.

¿Pero por qué parar con los comportamientos morales? Seguro si los leones son grandes ejemplos de modelos a seguir, no lo serán sólo en el área de la ética sino en muchos otros aspectos. Por ejemplo, también es usual que los leones compartan el liderazgo de una manada con sus hermanos y, para estrechar lazos de fraternidad, tengan sexo entre ellos. Y si bien pienso que las relaciones sexuales entre dos adultos no son asunto de nadie más siempre y cuando ambos estén de acuerdo, estoy seguro de que no muchos aspiramos a tener sexo con nuestros hermanos. 



Los leones también se comen la carne cruda. Reflexiona sobre eso la próxima vez que vayas a malgastar tu dinero comprando gas. 

¿Y qué hay de los demás?
Me comí a mi novio. Dos veces.

La siguiente pregunta que deberíamos hacernos es: “¿qué tienen de especial los leones?” Podríamos mirar a cualquier otra especie animal e imitar sus comportamientos. Podemos imitarlas a todas también, aunque probablemente sea tan difícil como seguir simultáneamente todas las religiones que existen. Las mujeres podrían tener sexo y luego matar a sus parejas o comérselas como la Mantis o la Viuda Negra. Hay mucho de dónde elegir. 

De hecho, ¿por qué mirar a otras especies? ¡Deberíamos mirar lo que otros humanos hacen e imitarlos! Podríamos imitar a los católicos de la Inquisición, a los Nazis, a Kim Jong-il, a los terroristas musulmanes. Podríamos incluso imitar a los Neandertales. ¿A quién imitamos, a todos?

Espero que para este momento quede claro cual es el problema: nadie basa su moralidad simplemente mirando al resto e imitando y sugerir que deberíamos hacerlo en el caso de los leones o de cualquier otro animal es un ejercicio de deshonestidad intelectual. Nadie sugiere tal cosa en serio.

Hay, sin embargo, un detalle que podría matizar la cuestión. El león sí podría comernos si nos topáramos con él en la sabana y sería mejor si nosotros tomáramos acciones preventivas y nos lo comiéramos antes. Espero que nadie piense que esto tiene algún sentido. Sin embargo, es un buen punto de partida para llamar la atención sobre otro hecho curioso de esta apelación a la naturaleza: no comemos leones. De hecho, comemos cualquier tipo de animal excepto feroces y peligrosos carnívoros. Comemos vacas, cerdos, pollos, caballos, conejos, pavos, ciervos, delfines, ballenas, atunes, reinetas, etc. ¿Es defensa personal? ¿O eso es encerrarlos en los circos y hacerlos trabajar de esclavos?

La moral evoluciona. Hace miles de años era otra y mañana será distinta. Incluso hace 50 años era muy distinta de lo que es hoy. Hace miles de años el genocidio era pan de cada día, pero hoy es una actitud marginal. Hace 50 años el sexismo era cotidiano y hoy todos tenemos un radar para detectar y condenar el mínimo atisbo de sexismo. Pero en todo este cambio existe una tendencia clara: hemos expandido el círculo de consideración y cada vez más individuos han podido entrar para que sus derechos sean respetados.
Los humanos tenemos conciencia de nuestros actos y de las consecuencias que ellos pueden traer, a diferencia de otros animales. El progreso de la moral vendrá de la mano de la reflexión ética, no de imitar como como autómatas el comportamiento de otros, ya sean leones o humanos. 



Re-editado el 04/03/2012

Anexo: Este argumento es una falacia conocida como “Recurso a la Naturaleza” o “Falacia de la Ley Natural”.

Un Artrópodo en Mi Ropa

El otro día una amiga fue a mi casa a buscarme para que saliéramos. Mientras nos encontrábamos dentro y yo me abrigaba, comenzó a llover torrencialmente. Entonces, decidí que para no mojarme me pondría una parca (en vez de llevar el paraguas). La saqué del ropero y me la puse rápidamente, sin darme cuenta de que un visitante también buscaba utilidad en la prenda. Grande fue mi sorpresa al mirar mi brazo izquierdo y percatarme de que un pequeño insecto -posiblemente una polilla- había hecho su capullo allí y esperaba pasar el invierno. Me quité tranquilamente el abrigo y lo volví a colgar en el ropero, mientras mi amiga me miraba con extrañeza.
-¿Acaso no piensas ponértela? –me dijo-. Está lloviendo a cántaros.
La miré y le contesté que una polilla estaba invernando en ella. Entonces, ella sin comprender mi punto de vista, me dijo:
-Ya te estás volviendo loco. ¿Prefieres mojarte que sacar la polilla?
Le respondí que sí y tomé el paraguas.
Posteriormente, le expliqué a mi amiga que la balanza de intereses se inclinaba hacia la polilla, no hacia mí. Ella (el insecto) tenía el interés de seguir su vida, mientras que yo tenía el interés de no mojarme. Yo podía fácilmente satisfacer mi interés con el paraguas, ¿por qué debía matar a la polilla? De todas formas, aunque hubiese debido mojarme, pocas cosas le ganan al interés de vivir. ¿Acaso voy a asesinar a alguien sólo para no mojarme?

No está comprobado que los artrópodos sean sintientes, pero no por esto no voy a asumir que lo son. ¿Y si lo fueran? Lo correcto es darles el beneficio de la duda.

¿Qué es el sensocentrismo?


Es una palabra complicada y suena bastante aburrida, de eso estamos seguros. ¿Pero tiene alguna importancia? Quizás el término en sí mismo no, pero lo que representa puede ser lo más importante para los demás animales.


La neurona feliz



Empecemos por lo fácil: ¿qué significa la parte 'centrismo' de 'sensocentrismo'? Como es casi transparente, 'centrismo' viene de 'centro'. Al igual que en los términos 'antropocentrismo', 'teocentrismo', 'biocentrismo', 'tecnocentrismo' o 'ecocentrismo' (sí, hay hartos), en 'sensocentrismo' el sufijo centrismo significa que lo que le antecede es el centro de un sistema de valores y principios. Un sistema de valores y principios es un conjunto de ideas éticas que tienen consistencia entre sí y que son usadas para guiar un comportamiento moral con integridad. En otras palabras, un ALGOcentrismo es un conjunto de ideas que guían moralmente nuestro comportamiento, un conjunto centrado en ese ALGO. Dicho bien vulgarmente, ese ALGO será lo que más valoramos y lo que intentaremos resguardar moralmente con nuestras acciones.


Entonces, ¿alrededor de qué principios y valores éticos gira el 'sensocentrismo'? Para entender esto hay que entender a qué se refiere el primer lexema: senso. Senso viene de sensaciones, de sentimientos, de sentir, de sensorial, de sensibilidad. Senso hace alusión a esa cualidad de percibir psicológicamente el mundo a través de emociones y sensaciones, de dolor y placer. Senso se refiere a cuando te golpeas el dedo pequeño del pie contra la mesa de centro y a cuando te comes una barra de chocolate y experimentas un regocijo inefable, a cuando estás estresado por no poder pagar tus cuentas a tiempo y a cuando ves la sonrisa de tus hijos por haber ganado su partido de fútbol, a cuando debes someterte a una operación dolorosa y a cuando estás feliz por habértela hecho ya que salvó tu vida. Todas esas situaciones tienen algo en común y es que son parte de este senso, un ALGO que sólo alguien con sentimientos y sensaciones, sólo ALGO con la apropiada maquinaria física y psicológica puede tener. Más bien, un ALGUIEN más que un ALGO.

Entonces ya podemos especificar qué principios y valores son los que definen al sensocentrismo. El sensocentrismo se entiende, entonces, como aquel sistema de valores y principios que se centran en la capacidad de sentir. Dicho de otra forma, el sensocentrismo define como lo más valioso a ese ALGUIEN que puede sentir y prescribe como éticas todas aquellas acciones que están destinadas a resguardar los derechos de esos ALGUIENES que sienten. Desde una perspectiva sensocentrista, el valor que le otorgamos a la vida humana se desprende de que sabemos que los seres humanos sienten y que nuestras acciones los afectan positiva o negativamente, causándoles dolor o placer, alegría o tristeza. Y son esas acciones que causan placer las que consideramos moralmente aceptables o deseables y aquellas que causan dolor las que consideramos reprochables.

Entonces ahora la última pregunta que cabe hacernos es: ¿quiénes son esos alguienes que debemos respetar? Hay que notar que el sensocentrismo no depende de una cantidad determinada de seres que sientan. O sea, su validez no está sustentada en que tal o cual entidad sienta o no. Simplemente, TODO individuo que sienta debe ser considerado puesto que sólo con sentir (dolor y placer) nuestras acciones los afectan negativa o positivamente, incluso cuando no lo notemos inmediatamente. En este sentido, si algún día llegáramos a construir un robot que siente dolor y que siente placer, entonces estaríamos obligados a tratarlo con respeto y a considerarlo un alguien que debe entrar en nuestra consideración ética. Y cabe notar que esto no dependerá de si el robot parece humano o no. Podría ser un R2D2 y aún merecería respeto por el solo hecho de sentir. Lo mismo que un extraterrestre.


Hoy en día está más que claro que muchos animales sienten. Existen animales que no sienten como las Esponjas e incluso puede que aún exista debate en torno a los insectos y otro tipo de animales como los moluscos, pero sabemos que los animales que explotamos a diario, por miles de millones anualmente para satisfacer necesidades innecesarias sí sienten: vacas, cerdos, ratones, perros, gatos, zorros, conejos, caballos, burros, toros, focas, cabras, ovejas, pollos, pavos, patos, ciervos, avestruces, kanguros, tortugas, peces, tiburones, ballenas, delfines, elefantes, osos, jirafas, monos, gorilas, chimpancés y miles de otras especies. Ninguno de ellos se merece esto. Todos ellos están sufriendo ahora mismo. A todos ellos les quitamos su libertad. Creo que es momento de empezar a respetarlos.



Tuesday, June 05, 2007

Transantiago y el lenguaje especista


El especismo está en todas partes. No vale la pena negarlo. Varias veces por día nos vemos enfrentados con la discriminación por especie y la mayor parte del tiempo nada podemos hacer para evitarla. Es en la cotidianidad donde el maltrato hacia los no-humanos se refugia: en los cientos de restaurantes donde miles de personas por hora comen sin jamás preguntarse de dónde procede su comida, en la infinidad de tiendas que venden seres sintientes como si se tratase de peluches, incluso en las millones de farmacias cuyos medicamentos han sido testeados o elaborados a partir de animales sin que el público jamás lo sepa. Es en cosas tan ordinarias como el jabón que reposa sobre el lavabo o la gelatina donde el especismo se oculta triunfante.
Sin embargo, la mayoría de las veces el especismo hace su aparición de una forma que pasa desapercibida para el vegano común: el lenguaje.
¿Cuántas son las frases especistas que nuestro lenguaje posee? Respuesta: miles, seguramente. Algunas que quizás jamás hemos oído. No obstante, quién de nosotros no ha escuchado alguna vez “cada uno mata su toro” o “pegarle el palo al gato”, firmes ejemplos de que el especismo está arraigado fuertemente en el inconsciente colectivo.
Pero no siempre es a través de frases clichés que el especismo entra en escena. Es también en expresiones como “es un animal” o “como un perro” donde demostramos nuestro complejo de superioridad sobre las demás especies, sin tener en cuenta que la “superioridad” no es más que una invención humana y nada tiene que ver con la escala evolutiva.
Con la puesta en marcha del nuevo sistema de transportes capitalino, quienes gozamos de una conciencia transformada ya al veganismo, pudimos ver cómo el especismo se colaba una vez más por medio del descontento de los usuarios del Transantiago. Muchos animales humanos que viajaban incómodos (es decir, aquellos que conseguían subirse a los buses) no hallaban mejor forma de ilustrar la situación que por medio de comparaciones como “parecemos animales” o “parecemos sardinas”. Y es curioso presenciar a tales animales como totalmente ignorantes de su propia animalidad. Más aún, animales a los que les parece absolutamente normal compararse con las sardinas haciendo alusión mas a la disposición que éstas presentan en una lata que a su migración en cardúmenes, como si los peces por naturaleza estuvieran confinados bajo paredes de metal. Igualmente con la referencia a los “animales” cuya imagen de abarrotamiento en la prisión de un camión transportándolos al matadero fuera la más verdadera prueba de un hecho natural o de algo moralmente correcto. Es decir, qué importa que las vacas vayan pisándose unas a otras mientras nosotros vayamos bien. Y al final es desgraciadamente descarado comparar un viaje incómodo con la travesía hacia la muerte (en el caso de las vacas) o con la muerte misma (en el caso de las sardinas).
Por supuesto que el famoso Transantiago tiene de todo menos prolijidad en su realización y ejecución y que son muchas las críticas válidas que se le hacen, sobre todo la patente discriminación con las clases sociales menos afortunadas. Pero sería interesante que los usuarios hicieran el ejercicio de reflexión y se dieran cuenta que, al lado del sufrimiento sempiterno que padecen los demás cordados por nuestra causa, un viaje incómodo en troncal no es para morirse.


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