La comida vegana puede ser muy rica y nutritiva

Existe gran variedad de alternativas sin productos de la explotación animal

Los delfines asesinados en Japón son víctimas inocentes

Y por todo el mundo se oyen voces de protesta para que su sangre deje de teñir el mar nipón

Pero ellos también sufren

Una vida privada de libertad, llena de sufrimiento que termina en la muerte

Afortunadamente, existe gente dispuesta a luchar por ellos

A no participar de sus muertes, a promover el respeto y la empatía

Y tú puedes ser uno más. Tú puedes ayudarlos.

Líbéralos, líbérate. Hazte vegano. Elige el veganismo.

Tuesday, March 20, 2012

Comúnmente únicos

Nos creemos únicos. Es casi como una ley de la naturaleza. Ya sea individualmente o colectivamente, siempre intentamos diferenciarnos del resto de alguna forma especial. Todos creemos ser inteligentes, lindos, buenos. Y cuando nos vemos enfrentados a una nueva concepción ética que integra a un grupo que se percibe como distinto a nosotros, de esa forma expandiendo nuestra esfera de consideración moral, entonces intentamos refugiarnos en alguna característica que nos una como tribu y nos haga superior a los demás. ¿Pero acaso tener una característica única significa que esa característica es superior?

"Estos son humanos. Por lo general, son inofensivos, pero si les quitas la comida o te burlas de sus creencias se pueden volver MUY agresivos".



¿Qué significa tener algo único? La respuesta es trasparente: tener algo que nadie más tiene. Entonces, en el caso de los humanos, ser únicos significa que poseemos características que ninguna otra especie posee. Si bien es cierto que se puede mirar desde cierta perspectiva al ser humano y encontrar algo único, el Homo sapiens promedio tiende a exagerar el grado o la cantidad de características que los vuelven únicos. E incluso si fuera cierto que somos únicos, la caracterización viene de muy cerca: somos juez y parte en decidir qué equivale a ser único y qué cosas únicas son más valiosas.

No es mi intención analizar en este post a cabalidad todas las características que comúnmente se le atribuyen a los seres humanos como únicas: lenguaje, pensamiento lógico, moralidad, posesión de alma, hechos a imagen y semejanza de Dios. Sólo diré brevemente que existe evidencia de que la moralidad está presente a lo largo y ancho del reino animal [1][2]. Además existe cierta lógica evolutiva de por qué esto debiera ser así. Por su parte, el alma y Dios son temas que no competen a la ciencia ni a un discurso racional o acorde al siglo 21, por lo que creo que esos debates son para la Iglesia y no para el discurso en sociedad civilizada. El pensamiento lógico está ampliamente documentado en otros animales [1], y una creciente pila de evidencia apoya la idea de que los humanos somos irracionales una gran parte del tiempo. En cualquier caso, no me crean a mí sobre eso, investiguen.

 
El caso del lenguaje es diferente. Como lingüista, me veo obligado a admitir que la evidencia apunta a que sólo nosotros poseemos algunas cualidades del lenguaje humano que ninguna otra especie posee. Seamos claros al respecto. Los demás animales también se comunican entre sí (de hecho, la comunicación es ubicua a lo largo de todos los reinos de la naturaleza, vegetal, animal,.incluso bacterias y células se comunican entre sí) y no me parece del todo errado hablar de lenguajes específicos para otras especies, como abejas (cuya comunicación está muy bien documentada), ballenas, lobos, etc.




Pero también es cierto que el lenguaje humano tiene ciertas características que lo diferencian del resto de lenguajes. Y aquí hay que entender que el lenguaje humano es una colección de distintos fenómenos que trabajan entre sí, a nivel físiológico, y también neurológico. Es como una muñeca rusa, con distintas capas de fenómenos que se retroalimentan. Y en este sentido creo que una de las cualidades que no se haya presente en el lenguaje de otros animales es la recursividad: la capacidad de usar un número limitado de recursos para producir un número ilimitado de mensajes (Ejemplo de esto es una frase como "Juan me dijo que María vio que Luis le gritó a Sara que obligara a Francisco a contarle a Ingrid..." etc).

Por supuesto, cabe mencionar brevemente que la recursividad en la naturaleza no la "inventó" el lenguaje humano. Por ejemplo, en la naturaleza se pueden encontrar algunos ejemplos de 'fractales naturales' como el siguiente brócoli (pero también algunos ejemplos son el ADN, los copos de nieve, algunos cristales):




Lo importante del argumento sobre la supuesta "singularidad" o "exclusividad" del humano, o si se quiere de su supuesto monopolio sobre el capital de lo que significa ser "único", es falso. Si lleváramos al estrado a representantes de otras especies animales ellas podrían defenderse exactamente de la misma forma. El representante de los elefantes diría que ninguna otra especie tiene una extremidad tan útil, delicada, fuerte y majestuosa como su trompa; el de las ballenas diría que ningún otro animal se puede comunicar a través del océano por medio de sonares como lo hacen ellas; el de los pandas diría que ningún otro animal podría alimentarse sólo de bambú, a pesar de ser un carnívoro; el gusano de seda, que nadie más produce seda; la araña que nadie teje como ella; los castores dirían que sus represas no tienen parangón; a lo que las termitas responderían que sus montes-casa son incomparables. Probablemente, el representante de los tardígrados (osos de agua) apuntaría, correctamente, que nadie como ellos puede sobrevivir en el espacio, soportar radiación, calores y fríos extremos; la Turritopsis nutricula gritaría que su especie es la única inmortal (aunque quizás los tardígrados reclamarían); y, evidentemente, la jirafa diría que ningún otro animal terrestre es más grande.

¡Y claramente el reino vegetal diría que ellas no necesitan comer para sobrevivir!

Soy única

La valoración que hacemos de cualquier cualidad humana, inteligencia, lenguaje, moralidad, etc, es posterior al hecho de que la poseemos. Es una racionalización post-hoc: debido a que la tenemos, la valoramos como superior. Sería idéntico a que yo, dado que mido más de 1,70mts, proclamara que soy superior porque mido más de 1,70mts. O supongamos una analogía más apropiada. Supongamos que el humano más inteligente del mundo dijera que todos los demás somos basura y que él es único. A nadie le gustaría y todos encontrarían agujeros en su razonamiento. Lo más obvio sería que nadie aceptaría que la inteligencia se puede medir de esa manera, pero cuando se trata de otros animales, nadie parece tener problema.

Los humanos somos una especie más, adaptada a un ambiente particular, que evolucionó de cierta manera adaptándose al medio social, psicológico, climático, etc, que le tocó vivir. En la evolución no hay 'mejores' ni 'peores', sólo adaptaciones específicas a ciertos medios. Si una girafa no puede hacer matemáticas eso no la descalifica como sujeto poseedor de derechos, tanto como que más de la mitad de los humanos sea un asco en matemáticas no los descalifica como poseedores de derechos. Y cuando se trata de 'originalidad' o de que una especie sea 'única', eso no guarda relación con el respeto que pueda merecer. Curiosamente, cuando todos somos únicos, nadie lo es.

No dudo que existan maneras de argumentar que cada uno de nosotros es único en cierta forma particular, pero el salto de ahí a decir que esa manera de ser especial nos vuelve superiores es lógicamente inválida. Es más, entre humanos, es un argumento que es de mal gusto. Pero cuando se trata de otros animales hacemos el salto sin pensarlo dos veces: somos únicos en X cosa y, por ende, podemos hacer lo que queramos con otros animales, por ende ellos no merecen respeto. No puedo evitar pensar en esa señora que me dijo en la calle que porque los humanos tenemos "esto" (y, afortunadamente, me tocó la sien al hacerlo), eso nos diferencia del resto de los animales y, dejó implícito que eso nos valida para explotarlos. Le respondí que entonces su postura permite comer bebés y humanos en coma, tras lo cual sólo se rió y se fue. Despúes de todo, la señora no tenía mucho de "esto" en mi opinión, pero sin dudarlo no me la pienso comer.

En resumen, creo que así como se considera egocéntrico pensar que uno es único, especial y superior, debe ser considerado especista suponer que los humanos como conjunto somos únicos, especiales y superiores.

Monday, March 05, 2012

Cerebro, Carne e Inteligencia

De los argumentos más comunes que existen en contra del veganismo, uno que aparece periódicamente y que tiene más matiz de mito que de argumento es el famoso “comer carne nos hizo inteligentes”.

Cerebro de carne


Tómenlo como quieran. A gusto del consumidor, existen diversas versiones de esta misma idea/mito. Algunas de sus articulaciones son las siguientes:

Comer carne…
-permitió que nuestros cerebros crecieran
-nos dio los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro se expandiera
-nos hizo humanos
-nos hizo inteligentes
-hizo que “llegáramos hasta aquí”

Este último sin duda es el más divertido por lo ambiguo que resulta. Peor aún, lo más curioso es que esta última versión me la dijo un férreo partidario de ideologías de izquierda, anti-capitalismo, anti-sistema. Me gustaría saber qué tipo de “aquí” estaba enalteciendo y cómo es que le pareció bueno haber llegado hasta “aquí”. En cualquier caso, ya sea que nos enfrentemos a cualquiera de sus sabores, hay que tener varias cosas claras respecto a este argumento.

Primero que todo entendamos por qué este argumento NO es válido para refutar el veganismo. 


1)    Si comer carne contribuyó a la evolución del cerebro de los Homínidos y eventualmente contribuyó a la aparición de Homo sapiens (nuestra especie) es completamente irrelevante para el argumento en el que se apoya el veganismo (o al menos su variante ética). Lo que nos haya hecho humanos no es equivalente a lo que nos mantiene sanos. Un argumento desde la evolución no es lo mismo que un argumento de salud. En otras palabras, si la carne nos hizo humanos no quiere decir que debamos seguir comiendo carne para estar sanos. 


Es más, si aceptáramos como cierto que comer carne contribuyó a la evolución del cerebro y, de esta forma, fue un factor crítico para la evolución de nuestra especie, esto incluso hoy no significa que la carne sea saludable. La evolución (la selección natural) no crea salud, crea adaptación. Por decirlo de alguna forma, a la evolución “no le importa” si estamos sanos o no; lo único que le importa es que vivamos lo suficiente para procrearnos. Simple y llanamente eso. Y si para lograr esta meta, la evolución de una menor calidad de vida es adaptativa, la selección natural tomará esa vía. Dicho de otra manera, incluso si aceptáramos que “la carne nos hizo inteligentes”, esto pudo haber ocurrido a costa de nuestra salud.

Yendo más allá, todo esto es una especie de falacia histórica, un “lo hemos hecho siempre y por ende es bueno”. Esto se nota particularmente en la formulación que me presentó esta persona: “comer carne nos hizo llegar hasta aquí”. Muchas cosas nos trajeron “hasta aquí”, no sólo comer carne. En más de un sentido, la esclavitud humana nos trajo hasta aquí. ¿Eso la hace algo favorable? Bajo ningún punto de vista. ¿Eso significa que ahora debamos reposicionar la esclavitud como una herramienta para el progreso? Absolutamente no. El mismo análisis se puede argumentar en el caso de la relación entre el crecimiento del cerebro humano y la carne. De hecho, que comer carne nos hará más inteligentes hoy es algo que nadie propone, aunque se intente sugerir que dejar de comer carne nos volverá tontos, de alguna forma indeterminada.

En efecto, esto no es algo que sugieran las investigaciones actuales respecto de los efectos de una dieta vegana en la salud. Si a los informes elaborados por los expertos le sumamos los millones de veganos que viven una vida normal, yo diría que el peso de la prueba está en los que dicen que los veganos no podemos vivir saludables.
Pirámide alimenticia vegana

Hasta aquí es suficiente. Pero si quieres saber un poco más del origen de este argumento y una discusión científica al respecto, puedes continuar. Seré lo más breve posible para aburrir al menor número de personas.

2)    Cuenta la leyenda que todo comenzó en el año 1995, cuando dos científicos, de apellidos Aiello y Wheeler, presentaron su paper sobre la denominada Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso (Expensive Tissue Hypothesis) en el cual relacionaban el incremento en el tamaño del cerebro con una paralela disminución en el tamaño del intestino humano. Esto se debe a que existe un principio biológico denominada la Ley de Kleiber que  dicta que el índice metabólico en la mayoría de los animales es igual a la masa elevada a ¾. En otras palabras, si dos animales tienen una masa similar, tendrán índices metabólicos similares.

Sin embargo, Aiello y Wheeler calcularon que los humanos tienen básicamente el mismo índice metabólico que tenían los australopitecinos (especies anteriores al linaje Homo) del mismo tamaño que nosotros y, sin embargo, nosotros tenemos un cerebro entre 4 a 5 veces mayor. Eso significa que tuvimos que re-localizar la energía de un tejido a otro para que la Ley de Kleiber se mantenga.  Aiello y Wheeler calcularon que el tejido más reducido en Homo sapiens en comparación con otros primates es el tracto gastrointestinal. Eso significa que para conseguir los nutrientes necesarios tuvimos que cambiar a una dieta más rica/densa en nutrientes y los autores del estudio propusieron la carne y otros productos animales como esos nutrientes.

Y aquí nació el mito de ‘la carne nos hizo inteligentes’, pues, como sabemos, la prensa goza de un placer especial por la distorsión de estudios científicos.

Si relato esto no es porque la evolución dicte nuestra moral. Si fuera cierto lo que Aiello y Wheeler propusieron, eso no significaría (como comenté más arriba) que estamos ‘obligados’ a comer carne o que comer carne es bueno.  Ni siquiera significaría que comer carne es saludable.

La razón por la que relato esto es porque no imagino que tan sólo uno de los que alguna vez me dijo que la carne nos hizo inteligentes haya sabido de este estudio, de sus conclusiones ni de nada. Yo podría estar equivocado, pero jamás nunca alguien me dio un fundamento causal entre ‘comer carne’ y ‘aumento de inteligencia’. Tal vez en el futuro deberíamos ser más audaces a la hora de debatir y cuestionar las premisas no mencionadas en los argumentos de los demás. Como cuando alguien asevera que “sin carne te faltan proteínas”, es buena idea preguntarle cuáles faltan.

Curiosamente, ahora un nuevo estudio (Navarrete et al) invalida la Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso e incluso, apoyados en conocimientos actuales, los investigadores prueban que los mismos datos del estudio original no apoyan la conclusión original. Lea bien: no se ha probado que la ‘carne no nos hizo inteligentes’. Lo que se ha presentado es evidencia fuerte de que no existe una correlación negativa entre el tamaño del cerebro y la masa de los órganos.Por su parte, Navarrete y sus colegas encontraron evidencia de una correlación no con la masa sino con la cantidad de grasa. Sin embargo, es paradójico puesto que los humanos acumulan más grasa que otros primates y además el almacenamiento de grasa supone poca energía. Por esto, los investigadores proponen que el costo energético asociado a la grasa se debe al costo de desplazamiento de esta grasa. Y como Homo sapiens camina erguido, gasta menos energía en ello.

¿Podemos ahora cantar victoria y proclamar que el veganismo es la dieta original del ser humano? Ni de cerca. Lo único que esto prueba es que el conocimiento científico siempre está mejorando, refinándose, y basar irresponsable y descuidadamente nuestra moral en la evolución (o la naturaleza) es infundado.

Si quieres leer más sobre el tema:

-Entrada de blog en español sobre el estudio
-Entrada de blog en inglés sobre el estudio
-Link al paper original de Navarrete et al en inglés
-Link al paper de Aiello y Wheeler sobre la Hipótesis del Tejido Costoso