Monday, March 05, 2012

Cerebro, Carne e Inteligencia

De los argumentos más comunes que existen en contra del veganismo, uno que aparece periódicamente y que tiene más matiz de mito que de argumento es el famoso “comer carne nos hizo inteligentes”.

Cerebro de carne


Tómenlo como quieran. A gusto del consumidor, existen diversas versiones de esta misma idea/mito. Algunas de sus articulaciones son las siguientes:

Comer carne…
-permitió que nuestros cerebros crecieran
-nos dio los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro se expandiera
-nos hizo humanos
-nos hizo inteligentes
-hizo que “llegáramos hasta aquí”

Este último sin duda es el más divertido por lo ambiguo que resulta. Peor aún, lo más curioso es que esta última versión me la dijo un férreo partidario de ideologías de izquierda, anti-capitalismo, anti-sistema. Me gustaría saber qué tipo de “aquí” estaba enalteciendo y cómo es que le pareció bueno haber llegado hasta “aquí”. En cualquier caso, ya sea que nos enfrentemos a cualquiera de sus sabores, hay que tener varias cosas claras respecto a este argumento.

Primero que todo entendamos por qué este argumento NO es válido para refutar el veganismo. 


1)    Si comer carne contribuyó a la evolución del cerebro de los Homínidos y eventualmente contribuyó a la aparición de Homo sapiens (nuestra especie) es completamente irrelevante para el argumento en el que se apoya el veganismo (o al menos su variante ética). Lo que nos haya hecho humanos no es equivalente a lo que nos mantiene sanos. Un argumento desde la evolución no es lo mismo que un argumento de salud. En otras palabras, si la carne nos hizo humanos no quiere decir que debamos seguir comiendo carne para estar sanos. 


Es más, si aceptáramos como cierto que comer carne contribuyó a la evolución del cerebro y, de esta forma, fue un factor crítico para la evolución de nuestra especie, esto incluso hoy no significa que la carne sea saludable. La evolución (la selección natural) no crea salud, crea adaptación. Por decirlo de alguna forma, a la evolución “no le importa” si estamos sanos o no; lo único que le importa es que vivamos lo suficiente para procrearnos. Simple y llanamente eso. Y si para lograr esta meta, la evolución de una menor calidad de vida es adaptativa, la selección natural tomará esa vía. Dicho de otra manera, incluso si aceptáramos que “la carne nos hizo inteligentes”, esto pudo haber ocurrido a costa de nuestra salud.

Yendo más allá, todo esto es una especie de falacia histórica, un “lo hemos hecho siempre y por ende es bueno”. Esto se nota particularmente en la formulación que me presentó esta persona: “comer carne nos hizo llegar hasta aquí”. Muchas cosas nos trajeron “hasta aquí”, no sólo comer carne. En más de un sentido, la esclavitud humana nos trajo hasta aquí. ¿Eso la hace algo favorable? Bajo ningún punto de vista. ¿Eso significa que ahora debamos reposicionar la esclavitud como una herramienta para el progreso? Absolutamente no. El mismo análisis se puede argumentar en el caso de la relación entre el crecimiento del cerebro humano y la carne. De hecho, que comer carne nos hará más inteligentes hoy es algo que nadie propone, aunque se intente sugerir que dejar de comer carne nos volverá tontos, de alguna forma indeterminada.

En efecto, esto no es algo que sugieran las investigaciones actuales respecto de los efectos de una dieta vegana en la salud. Si a los informes elaborados por los expertos le sumamos los millones de veganos que viven una vida normal, yo diría que el peso de la prueba está en los que dicen que los veganos no podemos vivir saludables.
Pirámide alimenticia vegana

Hasta aquí es suficiente. Pero si quieres saber un poco más del origen de este argumento y una discusión científica al respecto, puedes continuar. Seré lo más breve posible para aburrir al menor número de personas.

2)    Cuenta la leyenda que todo comenzó en el año 1995, cuando dos científicos, de apellidos Aiello y Wheeler, presentaron su paper sobre la denominada Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso (Expensive Tissue Hypothesis) en el cual relacionaban el incremento en el tamaño del cerebro con una paralela disminución en el tamaño del intestino humano. Esto se debe a que existe un principio biológico denominada la Ley de Kleiber que  dicta que el índice metabólico en la mayoría de los animales es igual a la masa elevada a ¾. En otras palabras, si dos animales tienen una masa similar, tendrán índices metabólicos similares.

Sin embargo, Aiello y Wheeler calcularon que los humanos tienen básicamente el mismo índice metabólico que tenían los australopitecinos (especies anteriores al linaje Homo) del mismo tamaño que nosotros y, sin embargo, nosotros tenemos un cerebro entre 4 a 5 veces mayor. Eso significa que tuvimos que re-localizar la energía de un tejido a otro para que la Ley de Kleiber se mantenga.  Aiello y Wheeler calcularon que el tejido más reducido en Homo sapiens en comparación con otros primates es el tracto gastrointestinal. Eso significa que para conseguir los nutrientes necesarios tuvimos que cambiar a una dieta más rica/densa en nutrientes y los autores del estudio propusieron la carne y otros productos animales como esos nutrientes.

Y aquí nació el mito de ‘la carne nos hizo inteligentes’, pues, como sabemos, la prensa goza de un placer especial por la distorsión de estudios científicos.

Si relato esto no es porque la evolución dicte nuestra moral. Si fuera cierto lo que Aiello y Wheeler propusieron, eso no significaría (como comenté más arriba) que estamos ‘obligados’ a comer carne o que comer carne es bueno.  Ni siquiera significaría que comer carne es saludable.

La razón por la que relato esto es porque no imagino que tan sólo uno de los que alguna vez me dijo que la carne nos hizo inteligentes haya sabido de este estudio, de sus conclusiones ni de nada. Yo podría estar equivocado, pero jamás nunca alguien me dio un fundamento causal entre ‘comer carne’ y ‘aumento de inteligencia’. Tal vez en el futuro deberíamos ser más audaces a la hora de debatir y cuestionar las premisas no mencionadas en los argumentos de los demás. Como cuando alguien asevera que “sin carne te faltan proteínas”, es buena idea preguntarle cuáles faltan.

Curiosamente, ahora un nuevo estudio (Navarrete et al) invalida la Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso e incluso, apoyados en conocimientos actuales, los investigadores prueban que los mismos datos del estudio original no apoyan la conclusión original. Lea bien: no se ha probado que la ‘carne no nos hizo inteligentes’. Lo que se ha presentado es evidencia fuerte de que no existe una correlación negativa entre el tamaño del cerebro y la masa de los órganos.Por su parte, Navarrete y sus colegas encontraron evidencia de una correlación no con la masa sino con la cantidad de grasa. Sin embargo, es paradójico puesto que los humanos acumulan más grasa que otros primates y además el almacenamiento de grasa supone poca energía. Por esto, los investigadores proponen que el costo energético asociado a la grasa se debe al costo de desplazamiento de esta grasa. Y como Homo sapiens camina erguido, gasta menos energía en ello.

¿Podemos ahora cantar victoria y proclamar que el veganismo es la dieta original del ser humano? Ni de cerca. Lo único que esto prueba es que el conocimiento científico siempre está mejorando, refinándose, y basar irresponsable y descuidadamente nuestra moral en la evolución (o la naturaleza) es infundado.

Si quieres leer más sobre el tema:

-Entrada de blog en español sobre el estudio
-Entrada de blog en inglés sobre el estudio
-Link al paper original de Navarrete et al en inglés
-Link al paper de Aiello y Wheeler sobre la Hipótesis del Tejido Costoso

5 comentarios:

  1. Anonymous5:40 PM

    good.
    Correcto, la naturaleza cambia, de la misma forma en que la ciencia avanza y cambia sus percepciones.
    La falacia está en que: que algo se haya hecho durante largo tiempo no significa que se deba seguir haciendo, ahí no hay conexión lógica.
    Buen texto.

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  2. Hola, excelente artículo. Personalmente yo jamás pensé que la dieta carnívora y la inteligencia fueran de la mano. Sí pensé más de alguna vez lo de la carencia de proteínas en la dieta vegetariana (jamás logré sostener dicha tesis). Lo que sí leí por ahí alguna vez fue que la dieta "ideal" del ser humano sería más específicamente frugívora, es decir, basada en frutas. No sé qué sabes al respecto. Saludos!

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  3. Hola, César:

    Respondiendo a tu pregunta. Para empezar a hablar de una dieta ideal para el ser humano tendríamos que definir primero qué entendemos por "ideal". Esto significaría determinar "ideal" respecto a qué. Por ejemplo, ¿para vivir la mayor cantidad de años posible?, ¿para vivir con la mejor salud posible? Lo que quisiera enfatizar es que determinar una "dieta ideal" es un tema más complejo de lo que podríamos pensar.

    También hay que hacer una distinción. Cuando hablamos de una "dieta ideal" tengo la impresión de que viene rápidamente a nuestra mente la idea de que el carácter idóneo de la misma está dada por la naturaleza. Sin embargo, esto no puede ser verdad, porque, como expliqué en el artículo, a la Selección Natural no le importa si vivimos hasta los 120 años con la mejor salud posible. Le importa muchísimo menos que eso. Le importa que lleguemos a la edad reproductiva con la menor cantidad de enfermedades posible para poder procrear satisfactoriamente.

    Desde un punto de vista biológico, no tiene sentido asumir que la naturaleza creó la mejor dieta posible para nosotros, ni que la naturaleza siquiera es capaz de brindar alimentos de la mejor calidad posible. La Selección Natural hace lo que puede con lo que tiene, tanto en nosotros como en lo que consideramos alimento. Creo que es lo más plausible que nuestro alimento de "preferencia" antes de que comenzara la civilización haya sido la carne, pero que al no ser tan fácil de conseguir, hubiésemos consumido mayoritariamente vegetales.

    Otra cosa que quiero explicar es que los animales frugívoros no comen exclusivamente fruta, sino que mayoritariamente y muchos (no sé si todos) comen animales pequeños, como insectos.

    Creo que la evidencia está en contra de la tesis de que podemos vivir bien sólo consumiendo fruta, pero eso no impide que haya un montón de veganos que creen eso. La fe es levemente permeable a la evidencia.

    En mi opinión científica, los mejores alimentos son los que han sido modificados para ser más ricos en nutrientes. Soy un vegano que no está en contra de usar la tecnología para mejorar los alimentos, que, en mi caso como vegano, sólo constituyen vegetales. Los animales no son alimento para mí.

    Te sugiero un libro titulado Tomorrow's Table para una discusión interesante y entretenida sobre la modificación genética de los alimentos.

    Un saludo y gracias por leer y comentar.

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  4. Anonymous9:31 AM

    yo sabia que por comer medula, se desarrollo la inteligencia en el hombre del pasado y no por comer carne.

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  5. Hola, Anónimo. ¿Tienes links al/los artículo/s que sugieran eso? Saludos

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