La comida vegana puede ser muy rica y nutritiva

Existe gran variedad de alternativas sin productos de la explotación animal

Los delfines asesinados en Japón son víctimas inocentes

Y por todo el mundo se oyen voces de protesta para que su sangre deje de teñir el mar nipón

Pero ellos también sufren

Una vida privada de libertad, llena de sufrimiento que termina en la muerte

Afortunadamente, existe gente dispuesta a luchar por ellos

A no participar de sus muertes, a promover el respeto y la empatía

Y tú puedes ser uno más. Tú puedes ayudarlos.

Líbéralos, líbérate. Hazte vegano. Elige el veganismo.

Wednesday, December 26, 2012

Érase una vez un huevo en el campo

Los autores de este blog cada cierto tiempo escuchamos (o, más bien, leemos) la pregunta de qué pasaría si comiéramos sólo huevos que las gallinas dejaran por ahí por el campo, tirados, sin vigilar. Este caso hipotético busca iluminar las bases reales de lo que convierte inmoral la explotación de otros animales, puesto que en el supuesto caso de que recogiéramos un huevo que nos encontráramos de paseo por el campo (algo muy frecuente, me imagino), no estaríamos violentando a la gallina dueña de ese huevo.

En un día cualquiera puedes encontrar millones de huevos en un paseo por el bosque.
Un huevo no es una persona. Al igual que un embrión (de hecho, dentro del huevo hay un embrión), carece de sistema nervioso (mientras no esté fecundado y haya alcanzado estadios avanzados de desarrollo). En la ausencia de sistema nervioso, es imposible la existencia de sensaciones, sentimientos y emociones. Una roca no siente dolor porque no tiene sistema nervioso; una planta no siente porque no tiene sistema nervioso. Lo mismo ocurre con cualquier otro organismo que carezca de sistema nervioso, ya sea rudimentario o complejo. Por lo tanto, al huevo no le hacemos ningún daño.

Un resort de 5 estrellas para las esclavas.


Cuando los huevos son extraídos de gallinas que se encuentran esclavizadas, entonces el problema ético recae en el trato que le damos a las gallinas, no a las huevos. Gallinas esclavizadas, cosificadas, explotadas, maltratadas, encerradas; he ahí, en esos individuos privados de su libertad y autonomía, donde el acto inmoral reside. 

Entonces, ¿qué sucede con el caso hipotético del huevo tirado en el campo sin gallinas de por medio? Claramente, no existe ningún dilema ético, puesto que el huevo no siente y no estamos explotando a ninguna gallina. 

¿Pero cuáles son las consecuencias de aceptar esta práctica como válida? No hay nada que podamos hacer para evitar que alguien recoja un huevo y se lo coma, pero quiero sugerir que sí existen algunos problemas con validar tal acción. 

Inefable.


La compra de marfil no siempre es anti-ética. Si el marfil proviene de elefantes, entonces detrás se encuentra la industria de la caza furtiva y los elefantes están sufriendo por ella. Pero también existe marfil en el mercado proveniente de otros proboscidios, ahora extintos, como los mamuts y los mastodontes. Comprar marfil proveniente de estos animales muertos hace miles de años no presenta un dilema ético. Sin embargo, es posible que la demanda de marfil incentive la caza furtiva de elefantes y que los vendedores mientan sobre el origen del mismo.

Lo mismo con consumir un huevo solitario hallado en las planicies. ¿Qué mensaje le damos a la sociedad y, al mercado? Podría generar la ilusión de que, en toda circunstancia, es justificado consumir huevos.

Aunque, finalmente, como casi todo escenario hipotético, este probablemente no ocurre jamás.


Tuesday, March 20, 2012

Comúnmente únicos

Nos creemos únicos. Es casi como una ley de la naturaleza. Ya sea individualmente o colectivamente, siempre intentamos diferenciarnos del resto de alguna forma especial. Todos creemos ser inteligentes, lindos, buenos. Y cuando nos vemos enfrentados a una nueva concepción ética que integra a un grupo que se percibe como distinto a nosotros, de esa forma expandiendo nuestra esfera de consideración moral, entonces intentamos refugiarnos en alguna característica que nos una como tribu y nos haga superior a los demás. ¿Pero acaso tener una característica única significa que esa característica es superior?

"Estos son humanos. Por lo general, son inofensivos, pero si les quitas la comida o te burlas de sus creencias se pueden volver MUY agresivos".



¿Qué significa tener algo único? La respuesta es trasparente: tener algo que nadie más tiene. Entonces, en el caso de los humanos, ser únicos significa que poseemos características que ninguna otra especie posee. Si bien es cierto que se puede mirar desde cierta perspectiva al ser humano y encontrar algo único, el Homo sapiens promedio tiende a exagerar el grado o la cantidad de características que los vuelven únicos. E incluso si fuera cierto que somos únicos, la caracterización viene de muy cerca: somos juez y parte en decidir qué equivale a ser único y qué cosas únicas son más valiosas.

No es mi intención analizar en este post a cabalidad todas las características que comúnmente se le atribuyen a los seres humanos como únicas: lenguaje, pensamiento lógico, moralidad, posesión de alma, hechos a imagen y semejanza de Dios. Sólo diré brevemente que existe evidencia de que la moralidad está presente a lo largo y ancho del reino animal [1][2]. Además existe cierta lógica evolutiva de por qué esto debiera ser así. Por su parte, el alma y Dios son temas que no competen a la ciencia ni a un discurso racional o acorde al siglo 21, por lo que creo que esos debates son para la Iglesia y no para el discurso en sociedad civilizada. El pensamiento lógico está ampliamente documentado en otros animales [1], y una creciente pila de evidencia apoya la idea de que los humanos somos irracionales una gran parte del tiempo. En cualquier caso, no me crean a mí sobre eso, investiguen.

 
El caso del lenguaje es diferente. Como lingüista, me veo obligado a admitir que la evidencia apunta a que sólo nosotros poseemos algunas cualidades del lenguaje humano que ninguna otra especie posee. Seamos claros al respecto. Los demás animales también se comunican entre sí (de hecho, la comunicación es ubicua a lo largo de todos los reinos de la naturaleza, vegetal, animal,.incluso bacterias y células se comunican entre sí) y no me parece del todo errado hablar de lenguajes específicos para otras especies, como abejas (cuya comunicación está muy bien documentada), ballenas, lobos, etc.




Pero también es cierto que el lenguaje humano tiene ciertas características que lo diferencian del resto de lenguajes. Y aquí hay que entender que el lenguaje humano es una colección de distintos fenómenos que trabajan entre sí, a nivel físiológico, y también neurológico. Es como una muñeca rusa, con distintas capas de fenómenos que se retroalimentan. Y en este sentido creo que una de las cualidades que no se haya presente en el lenguaje de otros animales es la recursividad: la capacidad de usar un número limitado de recursos para producir un número ilimitado de mensajes (Ejemplo de esto es una frase como "Juan me dijo que María vio que Luis le gritó a Sara que obligara a Francisco a contarle a Ingrid..." etc).

Por supuesto, cabe mencionar brevemente que la recursividad en la naturaleza no la "inventó" el lenguaje humano. Por ejemplo, en la naturaleza se pueden encontrar algunos ejemplos de 'fractales naturales' como el siguiente brócoli (pero también algunos ejemplos son el ADN, los copos de nieve, algunos cristales):




Lo importante del argumento sobre la supuesta "singularidad" o "exclusividad" del humano, o si se quiere de su supuesto monopolio sobre el capital de lo que significa ser "único", es falso. Si lleváramos al estrado a representantes de otras especies animales ellas podrían defenderse exactamente de la misma forma. El representante de los elefantes diría que ninguna otra especie tiene una extremidad tan útil, delicada, fuerte y majestuosa como su trompa; el de las ballenas diría que ningún otro animal se puede comunicar a través del océano por medio de sonares como lo hacen ellas; el de los pandas diría que ningún otro animal podría alimentarse sólo de bambú, a pesar de ser un carnívoro; el gusano de seda, que nadie más produce seda; la araña que nadie teje como ella; los castores dirían que sus represas no tienen parangón; a lo que las termitas responderían que sus montes-casa son incomparables. Probablemente, el representante de los tardígrados (osos de agua) apuntaría, correctamente, que nadie como ellos puede sobrevivir en el espacio, soportar radiación, calores y fríos extremos; la Turritopsis nutricula gritaría que su especie es la única inmortal (aunque quizás los tardígrados reclamarían); y, evidentemente, la jirafa diría que ningún otro animal terrestre es más grande.

¡Y claramente el reino vegetal diría que ellas no necesitan comer para sobrevivir!

Soy única

La valoración que hacemos de cualquier cualidad humana, inteligencia, lenguaje, moralidad, etc, es posterior al hecho de que la poseemos. Es una racionalización post-hoc: debido a que la tenemos, la valoramos como superior. Sería idéntico a que yo, dado que mido más de 1,70mts, proclamara que soy superior porque mido más de 1,70mts. O supongamos una analogía más apropiada. Supongamos que el humano más inteligente del mundo dijera que todos los demás somos basura y que él es único. A nadie le gustaría y todos encontrarían agujeros en su razonamiento. Lo más obvio sería que nadie aceptaría que la inteligencia se puede medir de esa manera, pero cuando se trata de otros animales, nadie parece tener problema.

Los humanos somos una especie más, adaptada a un ambiente particular, que evolucionó de cierta manera adaptándose al medio social, psicológico, climático, etc, que le tocó vivir. En la evolución no hay 'mejores' ni 'peores', sólo adaptaciones específicas a ciertos medios. Si una girafa no puede hacer matemáticas eso no la descalifica como sujeto poseedor de derechos, tanto como que más de la mitad de los humanos sea un asco en matemáticas no los descalifica como poseedores de derechos. Y cuando se trata de 'originalidad' o de que una especie sea 'única', eso no guarda relación con el respeto que pueda merecer. Curiosamente, cuando todos somos únicos, nadie lo es.

No dudo que existan maneras de argumentar que cada uno de nosotros es único en cierta forma particular, pero el salto de ahí a decir que esa manera de ser especial nos vuelve superiores es lógicamente inválida. Es más, entre humanos, es un argumento que es de mal gusto. Pero cuando se trata de otros animales hacemos el salto sin pensarlo dos veces: somos únicos en X cosa y, por ende, podemos hacer lo que queramos con otros animales, por ende ellos no merecen respeto. No puedo evitar pensar en esa señora que me dijo en la calle que porque los humanos tenemos "esto" (y, afortunadamente, me tocó la sien al hacerlo), eso nos diferencia del resto de los animales y, dejó implícito que eso nos valida para explotarlos. Le respondí que entonces su postura permite comer bebés y humanos en coma, tras lo cual sólo se rió y se fue. Despúes de todo, la señora no tenía mucho de "esto" en mi opinión, pero sin dudarlo no me la pienso comer.

En resumen, creo que así como se considera egocéntrico pensar que uno es único, especial y superior, debe ser considerado especista suponer que los humanos como conjunto somos únicos, especiales y superiores.

Monday, March 05, 2012

Cerebro, Carne e Inteligencia

De los argumentos más comunes que existen en contra del veganismo, uno que aparece periódicamente y que tiene más matiz de mito que de argumento es el famoso “comer carne nos hizo inteligentes”.

Cerebro de carne


Tómenlo como quieran. A gusto del consumidor, existen diversas versiones de esta misma idea/mito. Algunas de sus articulaciones son las siguientes:

Comer carne…
-permitió que nuestros cerebros crecieran
-nos dio los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro se expandiera
-nos hizo humanos
-nos hizo inteligentes
-hizo que “llegáramos hasta aquí”

Este último sin duda es el más divertido por lo ambiguo que resulta. Peor aún, lo más curioso es que esta última versión me la dijo un férreo partidario de ideologías de izquierda, anti-capitalismo, anti-sistema. Me gustaría saber qué tipo de “aquí” estaba enalteciendo y cómo es que le pareció bueno haber llegado hasta “aquí”. En cualquier caso, ya sea que nos enfrentemos a cualquiera de sus sabores, hay que tener varias cosas claras respecto a este argumento.

Primero que todo entendamos por qué este argumento NO es válido para refutar el veganismo. 


1)    Si comer carne contribuyó a la evolución del cerebro de los Homínidos y eventualmente contribuyó a la aparición de Homo sapiens (nuestra especie) es completamente irrelevante para el argumento en el que se apoya el veganismo (o al menos su variante ética). Lo que nos haya hecho humanos no es equivalente a lo que nos mantiene sanos. Un argumento desde la evolución no es lo mismo que un argumento de salud. En otras palabras, si la carne nos hizo humanos no quiere decir que debamos seguir comiendo carne para estar sanos. 


Es más, si aceptáramos como cierto que comer carne contribuyó a la evolución del cerebro y, de esta forma, fue un factor crítico para la evolución de nuestra especie, esto incluso hoy no significa que la carne sea saludable. La evolución (la selección natural) no crea salud, crea adaptación. Por decirlo de alguna forma, a la evolución “no le importa” si estamos sanos o no; lo único que le importa es que vivamos lo suficiente para procrearnos. Simple y llanamente eso. Y si para lograr esta meta, la evolución de una menor calidad de vida es adaptativa, la selección natural tomará esa vía. Dicho de otra manera, incluso si aceptáramos que “la carne nos hizo inteligentes”, esto pudo haber ocurrido a costa de nuestra salud.

Yendo más allá, todo esto es una especie de falacia histórica, un “lo hemos hecho siempre y por ende es bueno”. Esto se nota particularmente en la formulación que me presentó esta persona: “comer carne nos hizo llegar hasta aquí”. Muchas cosas nos trajeron “hasta aquí”, no sólo comer carne. En más de un sentido, la esclavitud humana nos trajo hasta aquí. ¿Eso la hace algo favorable? Bajo ningún punto de vista. ¿Eso significa que ahora debamos reposicionar la esclavitud como una herramienta para el progreso? Absolutamente no. El mismo análisis se puede argumentar en el caso de la relación entre el crecimiento del cerebro humano y la carne. De hecho, que comer carne nos hará más inteligentes hoy es algo que nadie propone, aunque se intente sugerir que dejar de comer carne nos volverá tontos, de alguna forma indeterminada.

En efecto, esto no es algo que sugieran las investigaciones actuales respecto de los efectos de una dieta vegana en la salud. Si a los informes elaborados por los expertos le sumamos los millones de veganos que viven una vida normal, yo diría que el peso de la prueba está en los que dicen que los veganos no podemos vivir saludables.
Pirámide alimenticia vegana

Hasta aquí es suficiente. Pero si quieres saber un poco más del origen de este argumento y una discusión científica al respecto, puedes continuar. Seré lo más breve posible para aburrir al menor número de personas.

2)    Cuenta la leyenda que todo comenzó en el año 1995, cuando dos científicos, de apellidos Aiello y Wheeler, presentaron su paper sobre la denominada Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso (Expensive Tissue Hypothesis) en el cual relacionaban el incremento en el tamaño del cerebro con una paralela disminución en el tamaño del intestino humano. Esto se debe a que existe un principio biológico denominada la Ley de Kleiber que  dicta que el índice metabólico en la mayoría de los animales es igual a la masa elevada a ¾. En otras palabras, si dos animales tienen una masa similar, tendrán índices metabólicos similares.

Sin embargo, Aiello y Wheeler calcularon que los humanos tienen básicamente el mismo índice metabólico que tenían los australopitecinos (especies anteriores al linaje Homo) del mismo tamaño que nosotros y, sin embargo, nosotros tenemos un cerebro entre 4 a 5 veces mayor. Eso significa que tuvimos que re-localizar la energía de un tejido a otro para que la Ley de Kleiber se mantenga.  Aiello y Wheeler calcularon que el tejido más reducido en Homo sapiens en comparación con otros primates es el tracto gastrointestinal. Eso significa que para conseguir los nutrientes necesarios tuvimos que cambiar a una dieta más rica/densa en nutrientes y los autores del estudio propusieron la carne y otros productos animales como esos nutrientes.

Y aquí nació el mito de ‘la carne nos hizo inteligentes’, pues, como sabemos, la prensa goza de un placer especial por la distorsión de estudios científicos.

Si relato esto no es porque la evolución dicte nuestra moral. Si fuera cierto lo que Aiello y Wheeler propusieron, eso no significaría (como comenté más arriba) que estamos ‘obligados’ a comer carne o que comer carne es bueno.  Ni siquiera significaría que comer carne es saludable.

La razón por la que relato esto es porque no imagino que tan sólo uno de los que alguna vez me dijo que la carne nos hizo inteligentes haya sabido de este estudio, de sus conclusiones ni de nada. Yo podría estar equivocado, pero jamás nunca alguien me dio un fundamento causal entre ‘comer carne’ y ‘aumento de inteligencia’. Tal vez en el futuro deberíamos ser más audaces a la hora de debatir y cuestionar las premisas no mencionadas en los argumentos de los demás. Como cuando alguien asevera que “sin carne te faltan proteínas”, es buena idea preguntarle cuáles faltan.

Curiosamente, ahora un nuevo estudio (Navarrete et al) invalida la Hipótesis del Tejido Energéticamente Costoso e incluso, apoyados en conocimientos actuales, los investigadores prueban que los mismos datos del estudio original no apoyan la conclusión original. Lea bien: no se ha probado que la ‘carne no nos hizo inteligentes’. Lo que se ha presentado es evidencia fuerte de que no existe una correlación negativa entre el tamaño del cerebro y la masa de los órganos.Por su parte, Navarrete y sus colegas encontraron evidencia de una correlación no con la masa sino con la cantidad de grasa. Sin embargo, es paradójico puesto que los humanos acumulan más grasa que otros primates y además el almacenamiento de grasa supone poca energía. Por esto, los investigadores proponen que el costo energético asociado a la grasa se debe al costo de desplazamiento de esta grasa. Y como Homo sapiens camina erguido, gasta menos energía en ello.

¿Podemos ahora cantar victoria y proclamar que el veganismo es la dieta original del ser humano? Ni de cerca. Lo único que esto prueba es que el conocimiento científico siempre está mejorando, refinándose, y basar irresponsable y descuidadamente nuestra moral en la evolución (o la naturaleza) es infundado.

Si quieres leer más sobre el tema:

-Entrada de blog en español sobre el estudio
-Entrada de blog en inglés sobre el estudio
-Link al paper original de Navarrete et al en inglés
-Link al paper de Aiello y Wheeler sobre la Hipótesis del Tejido Costoso

Wednesday, February 29, 2012

Veganomancia 2012

Saludos, lectores y lectoras:

No ha de ser sorpresa para los que han observado las fechas de publicación de nuestras entradas que este blog no ha sido actualizado en mucho tiempo (con la única excepción de la entrada que publiqué en enero de este año). Mantener un blog constantemente y a lo largo del tiempo es un proceso complicado y, a veces agotador y es un suceso frecuente que los blogs sólo duren unos cuantos años con entradas nuevas para luego quedar inmortalizados en la red.

Sin embargo, creemos que este blog es importante (no porque lo escribamos nosotros, aunque sin duda le tenemos favoritismo) porque entre mayor difusión haya del veganismo, mejor, y sabemos que la gente hoy en día recurre a Internet en busca de toda clase de información. Por ello, hemos decidido re-editar algunas de nuestras viejas entradas para que reflejen con mayor fidelidad nuestras ideas actuales en torno a los derechos animales y la promoción y protección de éstos mismos. Además, hemos conversado la idea de añadir nuevas entradas que llenen vacíos de conocimiento que en su momento quedaron sin contestar, dado que nunca planeamos qué sería lo que incluiríamos en este blog. Durante las próximas semanas pueden esperar cambios y nuevo material. Por ahora, le he dado una nueva apariencia al blog para reflejar esta nueva etapa.

En añadidura, durante este largo reposo, muchos spambots han hecho de las suyas en las secciones de comentarios, por lo que nos encargaremos de borrarlos y limpiar el espacio para evitar que estos posts sin sentido (y en inglés) desincentiven a nuestros visitantes de opinar sobre nuestras entradas.

Por último, les agradecemos a todos los que nos visitan. Espero que encuentren de alguna utilidad nuestro blog. Gracias y muchos saludos

Saturday, January 07, 2012

Test: ¿Eres un vegano reprimido?




¿Has oído hablar del veganismo? ¿Sabes que tú podrías ser uno de esos veganos de los que quizás has oído hablar? Sí, tú podrías ser un vegano y no haberte dado cuenta aún. ¿Quieres saber cuál es tu verdadera condición? Responde las siguientes preguntas y entérate de si llevas una vida que no es la tuya.

  1. ¿Crees que los animales tienen sentimientos? En particular, ¿crees que pueden sentir dolor?

Si respondiste que ‘sí’, puedes continuar a la siguiente pregunta.

Si respondiste que ‘no’, ¡felicidades, no eres un vegano reprimido! Piensas que los animales no sienten dolor, así que puedes abandonar el test en este minuto. Sin embargo, te sugerimos veas el siguiente documental titulado Earthlings:
http://video.google.es/videoplay?docid=-8655541224775286050

2. ¿Crees que debemos evitar hacer sufrir a los animales? En particular, ¿crees que es malo causarle dolor a otros animales?

Si respondiste que ‘sí’ a ambas preguntas, entonces hazte una última pregunta:

3. ¿Crees que matar un animal es malo? ¿Crees que los animales sufren cuando se los mantienen encerrados, se los separa de sus madres, de sus hijos o hijas, cuando se los viola, cuando se les cortan sus partes (testículos, pico, orejas, colas), cuando se les trata como nada más que cosas?

Resultados:

Si respondiste que sí, entonces deberías ser vegano, porque para que a nuestros platos llegue carne, llegue leche y lleguen huevos todo lo anterior ocurre a diario, por millones. Pero si aún no lo eres, entonces tienes harto que reflexionar. Y si lo deseas, también puedes ver Earthlings.

Tuesday, June 02, 2009

¡Por Favor, No Dejes Que Me Maten!

Cada año, millones de recién nacidos son asesinados por la leche de sus madres.

Todos los bebés de las hembras usadas para la producción de leche son arrancados de sus madres al poco tiempo de haber nacido.

Tienen apenas unos días de vida, cordones umbilicales aún adheridos, pelajes aún resbalosos de los fluidos del parto, piernas tambaleantes, ojos desenfocados. Están indefensos. Están asustados. Lloran dolorosamente.

Todos ellos suplican por sus madres en un lenguaje que no requiere traducción.

Todos suplican por el calor vital de la presencia de sus madres, el latido del corazón que les prometió vida y protección mucho antes de nacer, el agrado de la fragancia y la voz de sus madres, la nutritiva leche que es su derecho de nacimiento.

Encadenados en celdas oscuras del tamaño de un ataúd, buscan fervientemente a alguien con quien acogerse, algo que mamar. Sus mentes curiosas se apegan a cualquier objeto extraviado que pueda romper la infinita monotonía que son forzados a resistir, cualquier oportunidad de aprender y crecer.

Sus cuerpos en desarrollo necesitan desesperadamente movimiento, luz solar, juegos, alimento, acojo.

Los becerros destinados para ser convertidos en “carne de ternera” son alimentados con una dieta deficiente que les produce anemia y se les niega cualquier oportunidad de moverse para que sus músculos sean lo suficientemente débiles y pálidos para ser vendidos como “ternera blanca”. En su necesidad crítica de hierro, lamen los clavos oxidados que sobresalen de las paredes de su celda.

A los 4 meses de edad, sin habérseles permitido moverse o incluso darse la vuelta durante toda su vida, están demasiado débiles para caminar por sí mismos. Hombres los arrastran fuera de las jaulas de sus piernas, colas u orejas, los meten dentro de camiones, los empujan rampa abajo, y los llevan a golpes hasta la planta de matanza. Aún desesperados por mamar, muchos becerros tratan de chupar los dedos de quienes los matarán.

Los lácteos son una Sentencia de Muerte.
Cualquier producción de lácteos, incluida la “orgánica”, está basada en separar a una madre de su hijo.

Los consumidores de lácteos perpetúan esta práctica con sus compras.

Tú Puedes Detenerlo
Hazte Vegano Hoy


Escrito por Joanna Lucas para el Santuario Peaceful Prairie - Un refugio seguro para animales rescatados de granjas. http://www.peacefulprairie.org/

Traducido por Samuel Álvarez.

La versión en español de este panfleto lo pueden encontrar en http://www.peacefulprairie.org/outreach/Don'tKillMe-Sp.pdf en formato impresión.

Tuesday, May 26, 2009

¡Por Favor, No Mates a Mi Bebé!

Cada Año, 9 Millones de Madres Son Forzadas a Soportar la Peor de las Pérdidas

Todas las hembras utilizadas por su leche son separadas de sus bebés al poco tiempo de haber nacidos.

Algunas tratan de luchar contra los atacantes, algunas tratan de proteger a sus bebés con sus propios cuerpos, algunas persiguen frenéticamente el transporte, algunas lloran lastimosamente, otras se retiran en silenciosa desolación.

Algunas salen confiadamente con sus cuidadores, sólo para volver a una caseta vacía.

Todas ellas suplican por sus bebés en un lenguaje que no requiere traducción.

Ellas braman, ellas lloran, ellas gimen. Muchas siguen llamando día tras día, noche tras noche.

Algunas dejan de comer y beber. Buscan fervientemente. Muchas se niegan a darse por vencidas y volverán al lugar vacío una y otra vez. Otras se retiran en silenciosa aflicción.

Todas ellas recuerdan su último aliento, la cara, el aroma, la voz, el caminar de cada bebé que llevaron dentro durante nueve meses, que arrullaron, que dieron a luz con dificultad, bañaron, amaron, y nunca llegaron a conocer, cuidar, proteger y ver vivir.

Después de repetidos ciclos de embarazos forzados, partos dolorosos, ordeña incesante y devastadoras pérdidas, su voluntad de vivir cede, sus cuerpos se marchitan, su leche se seca.

En la naturaleza, a la edad en que una vaca recién estaría entrando a la adultez, la vida de una vaca “lechera” se acaba. Cuando su “producción” de leche disminuye, ella y sus otras compañeras “gastadas” son llevadas en camiones hacia la matanza. Algunas están preñadas. Todas están lactando. Mientras son empujadas hacia la muerte, gotean leche en el piso del matadero

La leche proviene de una madre en duelo.

Toda producción de lácteos, incluyendo la “Orgánica”, sólo puede existir haciendo a millones de hembras indefensas la peor cosa que se puede hacer a una madre.

Los consumidores de lácteos apoyan estas prácticas con sus compras.

Tú Puedes Detenerlo
Hazte Vegano Hoy


Escrito por Joanna Lucas para el Santuario Peaceful Prairie - Un refugio seguro para animales rescatados de granjas. http://www.peacefulprairie.org/

Traducido por Samuel Álvarez.

Nota: Esta es la primera entrada de una serie de panfletos vegano/abolicionistas que hemos traducido. La versión en español de este panfleto lo pueden encontrar en http://www.peacefulprairie.org/outreach/Don'tKillMyBaby-Sp.pdf en formato impresión.

Tuesday, July 08, 2008

¿Huevos al desayuno?


Para satisfacer el apetito siempre creciente de huevos, la industria avícola (como cualquier otra industria contemporánea) ha debido crear distintos métodos para aumentar la producción y disminuir el tiempo requerido para llevarla a cabo.

Como cualquier otra propiedad, las gallinas que son utilizadas para tal propósito, son vistas y tratadas como simples medios para un fin, que en este caso, es el lucro de sus dueños.

Por razones obvias, de esto se deduce que cualquier dueño de esta propiedad busque aumentar el número de gallinas “ponedoras”, el número de huevos que pone cada una de ellas, y disminuir el espacio en el que cada una lleva a cabo su "producción". Como resultado de esto, aparecieron (entre otros métodos) las jaulas-batería.
En estas jaulas de dimensiones ínfimas, son confinadas tantas gallinas como sea posible. Bajo este sistema se “produce” la gran mayoría de los huevos que son comercializados en el mercado nacional e internacional.

Pero vamos desde el principio.

Huevos fecundados son llevados por miles a las salas de incubación. Estas salas están llenas de estanterías, y dentro de cada uno de sus cajones nacerán decenas de polluelos que pasarán a ser parte de la industria. Estos bebés jamás conocerán a sus progenitores ni a nadie parecido a una figura materna o paterna.

Debido al alto grado de hacinamiento, muchos polluelos tratando de nacer morirán aplastados por aquellos que hayan nacido antes. Otros, por la misma razón, nacerán con distintas malformaciones.

Como cualquiera puede imaginar, la industria de los huevos solo necesita hembras, y como en cada camada nacen indistintamente hembras y machos, estos últimos son inservibles para la industria.

Por lo tanto, junto a las miles de cáscaras de huevo y polluelos que nacieron con malformaciones, todos los bebés macho serán llevados a la trituradora o lanzados al basurero, en el que morirán sofocados, deshidratados o de hambre en unos cuantos días.
Estas criaturas, que debieron haber nacido libres, desarrollarse entre los de su especie, llegar a ser gallos plenos y autónomos, fueron condenados a una existencia en la que lo único que conocieron fue dolor, angustia, sufrimiento y muerte. .. simplemente porque el humano vió en ellos nada más que un "recurso".

Las sobrevivientes deberán pasar, sin embargo, muchas mas penurias que sus desdichados hermanos. Su segunda gran prueba será el corte de pico. Éste proceso se lleva a cabo con tijeras o hierros calientes que mutilan a las futuras gallinas, una por una, previniendo que sus picos vuelvan a crecer. Esto se suele hacer dentro de los 10 primeros días de vida.
El procedimiento genera un intensísimo dolor y sufrimiento posterior, malformaciones, infecciones e incluso la muerte.

El corte de pico es esencial para la industria de huevos por diversos factores. Por un lado, esto hace que las gallinas no elijan su alimento y por lo tanto coman cualquier cosa que les pongan por delante, por antinatural que sea para ellas (como la harina de pescado). Por otro lado, esto también disminuye las posibilidades de muertes por canibalismo, comportamiento muy frecuente dentro de la industria, debido al hacinamiento, stress y sufrimiento que deben soportar durante toda su vida, lo que provoca serios trastornos psicológicos.
De esta manera se puede hacinar a más gallinas, sin las pérdidas económicas que significa el que se picoteen hasta la muerte.

Una vez en su nuevo “hogar”, ellas pasarán sus vidas tan abarrotadas, que jamás podrán siquiera estirar sus alas. Sus patas serán cercenadas por los alambres sobre los cuales estarán obligadas a permanecer paradas durante la totalidad de sus miserables vidas. En estas jaulas muchas de ellas morirán, y la gran mayoría vivirá enferma debido a las condiciones deplorables en las que se encuentran.
Ninguno de sus intereses, por básicos que sean, son tomados en cuenta, simplemente porque para el humano éstos son inexistentes. Una gallina es una propiedad. Es una cosa. No tiene intereses, ni tiene derechos.

Todas las gallinas pasan por su período fértil, en el que ponen la mayor cantidad de huevos (ayudadas por un número no despreciable de hormonas y otras drogas que hacen aumentar la “producción”). Luego de éste período, pasan por otro bastante prolongado (para los estándares de la industria) en el que su producción disminuye o cesa. Para acortar este período, se les priva de alimento y agua, por al menos 2 semanas, para forzar la llegada del siguiente período fértil. Muchas gallinas morirán durante este proceso.

Así permanecerán por cerca de 2 años. Luego de esto, saldrán de sus jaulas por primera vez en sus vidas. Finalmente verán la luz del Sol, mientras son llevadas a un camión… que las llevará al matadero. El calvario que les espera aún es horrendo, pero al menos ya se vislumbra un fin.

Un fin a tanta miseria, dolor y sufrimiento. Un fin a una vida llena de privaciones y tortura.

Una vida en la que jamás pudieron cobijarse bajo las alas de su madre; en la que nunca pudieron darse baños de sol y tierra; en la que no pudieron siquiera abrir las alas. Una vida que jamás pudieron vivir.

Todo por la codicia del humano, que es capaz de cerrar sus ojos, olvidar la empatía y el respeto, y negar toda evidencia, para justificar el hacer de otros sus esclavos, tal como lo hiciera con otros humanos hasta hace no mucho tiempo.

Después de una vida en penurias, un corte en la garganta pondrá fin a sus vidas, y marcará quizás el reencuentro con sus, después de todo, “no tan” desdichados hermanos.

La ignorancia, es la principal arma del opresor. El conocimiento, es la principal arma de la justicia.
Tú puedes poner fin a esto. La decisión, está en tus manos, en tu plato y en tu boca.
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Nota al margen: El Veganismo no se basa en conceptos como la “crueldad”, ni en las formas que esta pueda tomar, sino en la empatía, el respeto y la justicia hacia todos los animales; por lo mismo busca poner fin a cualquier tipo de discriminación, opresión y/o explotación (a humanos o no-humanos indistintamente), sin importar si se lleva a cabo de manera industrial, familiar o individual. Es la injusticia en que se basan éstas, y no la manera en que se lleven a cabo, lo que fundamenta el movimiento vegano.

Dar a conocer la realidad que hay detrás de la explotación animal en el siglo XXI no busca graduar moralmente distintos tipos de explotación (buenos-malos, mejores-peores), sino simplemente informar a la población sobre los procedimientos estándar de la industria ganadera.
Samuel.

Friday, July 04, 2008

Comentario sobre Santuario Ballenero en Chile


Mientras se reunía la Comisión Ballenera Internacional en Santiago de Chile, para, entre otras cosas, debatir acerca de una posible reapertura de la caza comercial de ballenas, prohibida por la comunidad internacional desde 1986, la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, firmó dos decretos y un proyecto de ley que prohibirán la caza de estos cetáceos en aguas jurisdiccionales chilenas, convirtiéndolas en Santuario Ballenero.

Si bien, para las ballenas de hoy, este decreto representa una oportunidad para seguir viviendo, idealmente, "libres" de la codicia humana (al menos en aguas chilenas, al menos de forma letal y al menos por un tiempo), el problema de fondo, y que las puso en la situación actual, continúa siendo el mismo.

Leyendo y analizando artículos, noticias y las declaraciones de gente involucrada, es fácil darse cuenta de que en ninguna parte se habla del valor inherente que posee cualquier animal (en este caso las ballenas), por el solo hecho de ser seres autónomos, sintientes, y tener interés en su libertad, en su bienestar físico y psicológico, y en sus vidas.

Solo se habla de "preocupación por el medio ambiente y el desarrollo sostenible", por el "uso no-letal" de estos individuos, o sobre el hacerlo de manera "responsable y sostenible".

También se habla de lo terrible de la "caza indiscriminada" de éstos seres, para Bachelet, "uno de los mamíferos más hermosos de nuestro planeta".

Es más, la Presidenta de Chile dejó mas que claro el problema al decir que: "somos un país privilegiado al poseer este recurso natural".

"Recurso natural", "uso no-letal", uso "indiscriminado", "mamíferos hermosos".

Ni una sola mención de las ballenas como seres autónomos, auto-conscientes, con intereses.

Y claro, si para los humanos, los demás animales son solo cosas, cuyo único valor es el que nosotros decidimos darle. Son nuestras propiedades y por lo tanto los usamos según sea más beneficioso para nosotros el hacerlo.

Si Chile se opone a la caza de ballenas es porque no tiene intereses económicos en su matanza, sino en su "uso no letal". Se preocupa de su posible extinción por el daño medio ambiental resultante que afectaría al humano. Porque perderíamos una oportunidad turística. Porque nuestros hijos perderían la oportunidad de disfrutar de su belleza. Porque si no lo hace, se ganaría el repudio de la comunidad internacional, etc.

El valor intrínseco de las ballenas, para el ojo humano, no existe. Tal como no existe el valor intrínseco de los peces y otros animales marinos, que los que luchan por salvar a las ballenas matan y comen regularmente.

Como tampoco existe el de las vacas "lecheras" que son aprisionadas, esclavizadas, explotadas, torturadas, separadas de sus crías, y finalmente asesinadas, para que el humano pueda disfrutar un pedazo de queso o un vaso de leche.

Y así con las gallinas "ponedoras", ratones "de laboratorio", animales "de compañía", "de circo" o "zoológico".

Todas y todos son medidos y valorados según el beneficio que el humano saca de ellos. Su valor no va más allá de uno utilitario que el humano define.

Y ciertamente, estas moratorias o decretos de protección son temporales y dependientes de la estabilidad y número de las poblaciones pertenecientes a determinadas especies. Es razonable, sino esperable, que una vez que éstas dejen su estado de “vulnerables” o “en peligro de extinción”, su matanza vuelva, tal como ayer, a proliferar alrededor del mundo.

De esta manera, podemos pasarnos toda la vida "protegiendo" especies en peligro de extinción, o las que esté de moda proteger; dedicar grandes cantidades de tiempo, esfuerzo y recursos en estas medidas parche.
Pero el abuso, esclavitud, tortura y matanza continuará, mientras no ataquemos el problema de fondo, y no rechacemos la noción de que los demás animales son nuestros recursos.

Si hemos de cambiar en algo el paradigma actual, debemos dejar de verlos y tratarlos como medios para nuestros fines, y aceptar su autonomía, sus intereses y su libertad.
Cualquier medida que pase por alto esto, aparte de no representar "un paso en la dirección correcta", no hace mas que reafirmar la noción de que los demás animales son solo recursos que el humano puede utilizar para su beneficio.
Sin duda, la tarea es ardua y puede que el objetivo sea difícil de alcanzar, pero para las víctimas, cuyas vidas están en juego, no hay segundas oportunidades. Es nuestra responsabilidad luchar por lo que nos parece justo y avanzar hacia ese mundo que queremos construir, sin vacilar ni dar pie atrás.

Samuel.

No queremos aceptar como nuestros iguales, a los animales que hemos convertido en nuestros esclavos” – Charles Darwin

Tuesday, June 17, 2008

La Negación del “Otro”

“En realidad, otro problema que creo debemos enfrentar, es que en cualquier punto particular de la historia humana, la gente no ha entendido lo que es la opresión. Es algo que aprendes. Si volvemos hacia, digamos, mis padres o mi abuela, ella no pensaba que estaba siendo oprimida por ser parte de una familia super patriarcal donde el padre podía ir caminando por la calle y no reconocer a su hija cuando ella venía—no porque él no supiera quién era ella, sino porque no se supone que le hagas señas a tu hija. No se sentía como opresión. Sólo se sentía como que así es la forma en que funciona la vida…Pero, como cualquiera que haya estado involucrado en cualquier tipo de activismo sabe—digamos el movimiento por las mujeres—una de las primeras tareas es hacer que la gente comprenda que están viviendo bajo condiciones de opresión y dominación. No es algo obvio, y quién sabe qué formas de opresión y dominación estamos simplemente aceptando, sin siquiera notarlas.” - Noam Chomsky

Durante miles de años ya, la especie humana se ha caracterizado por formar estratos y jerarquías, no solo dentro de sus sociedades, sino también entre sus sociedades particulares y otras, e incluso entre el humano como especie y el resto del mundo natural (junto a todos sus habitantes no-humanos).

Creamos, y posteriormente justificamos, el que exista un grupo que ejerce su supremacía y otro que es subyugado. Así nace el hombre que domina a la mujer; El blanco que domina al negro; El civilizado que domina al salvaje; El rico que domina al pobre; El humano que domina al animal.

Creamos unos grupos aparte, unos “otros”, a quienes medimos según sus “carencias” en comparación con nosotros mismos; carencias que, a su vez y a través de nuestro prisma, hacen de ellos “inferiores”.

Así, llamamos a la siempre conveniente “Ley Natural”, y reclamamos que nuestras jerarquías, si bien a ratos pueden ser “lamentables”, son parte “fundamental” de la vida. Así son las cosas y nada se puede hacer al respecto.

De ahí en más, la línea divisoria trazada, notoria y artificial, comienza a convertirse en invisible y “natural”. El opresor deja de sentirse como tal. El oprimido deja de notar su opresión. Y la vida sigue su curso.

Pero llega el momento en que el oprimido no puede sostener la injusticia y vuelve a notar la opresión; levanta su voz y cuestiona el paradigma reinante. Y así aparecen las Rosa Parks y los Luther King. El movimiento feminista, la liberación homosexual, y la lucha por la auto-determinación de los pueblos arraigados.

El problema, sin embargo, es más difícil cuando quienes están siendo oprimidos no tienen voz “comprensible” que levantar, y su opresión es llevada a cabo de forma casi unánime alrededor del mundo. Ya no hay separación hombre/mujer, negro/blanco, ni rico/pobre.
Sólo existe el “humano”. ¿Y el otro? “Animal”.

Partiendo por negar nuestra propia naturaleza (y toda evidencia científica al respecto), creamos una falsa dicotomía humano/animal como parte fundamental de nuestra mentalidad opresiva. Jerarquizamos e inventamos una visión piramidal del mundo donde el humano (quién, según esta visión, no es un animal) se ubica en la cumbre, y las demás especies animales, por debajo.

Ya tenemos el grupo aparte. Los “otros”.

Luego, los medimos y comparamos convenientemente, arguyendo supuestas “carencias” para justificar su “inferioridad” (“que no razonan, que no son auto-conscientes, que actúan solo por instinto”, etc.) y seguimos el mismo camino utilizado para dominar a otros humanos, hasta llegar, nuevamente, a la supuesta “Ley Natural”. Pronto, la línea divisoria desaparece.

Lamentablemente, ésta vez los oprimidos dependen de sus opresores, y de que éstos sean quienes levanten su voz y cuestionen la injusticia del paradigma reinante.

Notar la opresión que nos es invisible (debido a una vida entera de socialización y aceptación de ésta) es difícil, en especial cuando incurrimos en ella, y disfrutamos de los efectos colaterales de este privilegio de especies, en cada merienda (en que comemos un pedazo de queso, bebemos leche o comemos huevos), o cada vez que nos ponemos el par de zapatos de cuero favorito.

Sin embargo, basta con que pensemos empática y críticamente para que dejemos de ver a estos “otros” como meros recursos, medios para nuestros fines. Para que entendamos y aceptemos su autonomía, su libertad y sus intereses, y dejemos de verlas y verlos como “proveedores” de alimento (o como alimento ellos mismos), como potencial “vestimenta” o como medios para nuestra diversión, compañía o provecho.

En definitiva, para dejar de verlos y tratarlos como simples cosas que podemos usar para nuestro placer y beneficio.

La justicia y el respeto, la paz y el amor, no son cosa de otros, sino nuestra.

La decisión es tuya.


“Veganismo es en verdad la afirmación de que donde existe el amor, la explotación desaparece” - Leslie Cross

Samuel Álvarez

Wednesday, May 28, 2008

News

Desde hoy, este blog se vuelve una iniciativa conjunta entre Samuel Álvarez y mi persona. Quienquiera de los dos tenga algo digno de ser publicado podrá "subirlo". Agregaremos el nombre para que quede explicitado quién ha escrito lo publicado.

Saludos

Diego.-

Animales Abandonados en Chaitén... ¿Por Qué?

Tras la evacuación de la población humana residente en Chaitén, un número creciente de ciudadanos comenzó a manifestar su inquietud por aquellas y aquellos residentes que quedaron atrás, bajo la gran nube de cenizas proveniente del volcán: cientos de animales domesticados, que fueron abandonados a su suerte (¿muerte?).



Cadenas por e-mail, información en páginas web e incluso colectas en universidades dan cuenta de la campaña en “ayuda de los animales de Chaitén”. Y si bien la buena voluntad y dedicación de quienes están trabajando en la campaña no se puede poner en duda, ni ser mirada en menos, creo que hay una “gran nube” entorpeciendo nuestra visión sobre este tema.

Antes de preguntarnos por qué fueron abandonados esos animales, creo que el cuestionamiento debiera ser, en primer lugar: ¿Por qué están esos animales ahí?

Y la respuesta es simple. Fueron llevados ahí por un grupo de humanos para ser utilizados/explotados ya sea como transporte (caballos), por su compañía (perros y gatos) o para convertirlos en comida (vacas). Para la mayoría de nosotros, estos animales no son más que recursos, medios para nuestros propios fines. Son considerados nuestra propiedad, cosas que podemos usar como mejor nos parezca.
Por lo mismo, no debiera sorprendernos que una vez que dejan de ser productivos o que su mantenimiento requiere un gasto mayor que el que reembolsan, sean descartados o abandonados como cualquier otra cosa o máquina.

El problema mayor (y que al parecer muy pocos visualizan) es que esto no sólo sucede en Chaitén sino en prácticamente todas las sociedades humanas contemporáneas alrededor del planeta, en las cuales los demás animales son considerados nuestra propiedad. La única diferencia es que en la mayoría de éstas, los responsables directos de la muerte de estos animales no son volcanes sino todos aquellos de nosotros que optamos por consumir productos de origen animal.

Cada vez que optamos por comprar una bandeja de huevos, no sólo pagamos por la esclavitud y explotación de cierto número de gallinas, sino también por la muerte temprana de todos los polluelos macho que son “no-productivos” para la industria, y por la posterior muerte de todas estas gallinas una vez que su productividad deja de satisfacer los estándares comerciales.

Cada vez que optamos por comprar una caja de leche o un trozo de queso, no sólo pagamos por la esclavitud y explotación de cierto número de vacas, sino también por la muerte temprana de quienes debían ser los receptores de la leche, los becerros macho que son “no-productivos” para la industria (o pasan a ser parte de la industria de la carne de ternero), y por la posterior muerte de todas estas vacas una vez que su productividad deja de satisfacer los estándares comerciales.

Ya sea para comer sus cuerpos o sus secreciones, para vestirnos con sus pelos o pieles, para divertirnos a sus expensas o para experimentar en ellas y ellos, billones de animales no-humanos son privados de libertad, explotados, torturados y asesinados simplemente porque los consideramos simples cosas cuyo único valor es el que el humano les asigna, un valor utilitario que sirve nada más que para satisfacer nuestros placeres más superficiales.

Si hemos de evitar futuras tragedias como la que está sucediendo en Chaitén, debemos ir a la raíz del problema – el status de propiedad de los demás animales-, lo cual significa que debemos dejar de considerarlos y tratarlos como meros recursos o productos.

Si hemos de tomar, seriamente, en consideración los intereses de los demás animales, entonces debemos rechazar la noción de que son nada mas que instrumentos, que solo poseen el valor que nosotros les asignamos (un valor utilitario e instrumentalista). Sólo así estaremos luchando por todas y todos, no solo por unas pocas y pocos. Sólo así estaremos luchando por los miles que mueren a diario en nuestras propias ciudades, en granjas e industrias, y no solo por algunos que puedan morir en un lugar remoto.

En otras palabras, debemos empezar a lidiar con la enfermedad, no solo con sus síntomas.
La enfermedad, es el considerar a los demás animales como "cosas", medios para nuestros fines.

La cura, es veganismo.

Escrito por Samuel Álvarez

Monday, January 14, 2008

El Veganismo NO es una Tribu Urbana

Escribo esta entrada para aclararle a todos aquellos que aún permanecen ignorantes sobre el veganismo y los derechos de todos los animales. Una causa que para muchos en nuestros país aún permanece en las sombras de la cultura suburbana, por lo que no se han enterado de ella, y que para muchos otros que sí la conocen constituye sólo una arista más de un movimiento juvenil que los jóvenes usan para buscar identidad, una llamada tribu urbana.

Esta idea se ha posicionado principalmente gracias a los medios. Sin embargo, ésta percepción no podría estar más errada. Quisiera zanjar este tema aclarando por qué el veganismo no cae dentro de la clasificación de tribu urbana y no lo hace por dos razones básicas. Primero, las tribus urbanas se caracterizan por carecer de un discurso político (a lo más presentan un discurso afectivo). Son movimientos que se centran principalmente en la estética. Si analizamos las tribus urbanas nos daremos cuenta que todos los integrantes de una determinada tribu comparten una manera de vestirse (de peinarse o de maquillarse) similar. Es así como los oshare, los visual, los góticos, los punk, los pokemones, etc, todos tienen su estilo estético característico. Sin embargo, en el caso del veganismo no es así. Al caminar por la calle nadie sabrá que soy vegano. Es más podría vestirme como gótico, metalero o pelolais y ser vegano de todas formas y nadie podría identificarme de no hablar conmigo. La razón es simple, el veganismo consta de un discurso político y este discurso es "todos los animales somos iguales". Así el veganismo aparte de ser un estilo de vida es una declaración política bastante bien definida en la que se le dice al mundo qué pensamos y qué no nos parece (la explotación de los demás animales) contando además con grandes ideólogos que han trazado las bases de la teoría ética que lo sostiene.

El segundo punto, y con el que termino, es que las tribus urbanas están integradas casi exclusivamente por adolescentes y niños, todos buscando un lugar para encajar, un lugar en la sociedad. Este criterio no se aplica en el caso del veganismo pues veganos hay en todo el mundo y de todas las edades, desde recién nacidos hasta ancianos. No está enfocado en uno sino en los demás, no es para mí sino por mí para los demás, para los animales no-humanos. El que el rango etario de veganos esté en la adolescencia es exclusivamente porque el movimiento recién está afiatándose en nuestro país. En países como España existen activistas de 40 años (aquí en Chile conozco de 30, pero son pocos) y en Inglaterra hay activistas que cruzan las 6 décadas. Es sólo una cuestión de cuándo comenzó el movimiento. Dentro de 20 años en Latinoamérica tendremos muchos activistas por sobre los 40 años de edad entre los que espero contarme yo.
Diego Andrade.-