La comida vegana puede ser muy rica y nutritiva

Existe gran variedad de alternativas sin productos de la explotación animal

Los delfines asesinados en Japón son víctimas inocentes

Y por todo el mundo se oyen voces de protesta para que su sangre deje de teñir el mar nipón

Pero ellos también sufren

Una vida privada de libertad, llena de sufrimiento que termina en la muerte

Afortunadamente, existe gente dispuesta a luchar por ellos

A no participar de sus muertes, a promover el respeto y la empatía

Y tú puedes ser uno más. Tú puedes ayudarlos.

Líbéralos, líbérate. Hazte vegano. Elige el veganismo.

Friday, June 29, 2007

Jugando con La Manzana

En el documental La Carne es Débil (A Carne é Fraca) del Instituto Nina Rosa de Brasil
me encontré con una muy buena manera de plantear cómo el ser humano rechaza la equivalencia entre distintas especies de seres sintientes a expensas de negar el sentimiento de igualdad que, muchas veces, por naturaleza presenta.
El comentario dice más o menos así: supongamos que frente a un niño pequeño, digamos un infante, uno coloca un conejo y una manzana. Entonces, nos preguntamos, ¿qué hará el niño?: ¿jugará con la manzana y se comerá al conejo? o ¿se comerá la manzana y jugará con el conejo?Es interesante presenciar cómo el humano va sistemáticamente negando aquellas conductas que se conocen como "humanas" (lenguaje especista) y que instintivamente tiene para actuar de acuerdo a lo que le han enseñado que debe hacer. Obviamente esto está relacionado con la incapacidad que tienen muchos humanos de llevar su moral a análisis y hacerla madurar en una ética evolucionada (es decir, adaptada a los tiempos, al medio) principalmente debido a que la ignorancia es un negocio en la sociedad, de la que la industria se beneficia.

Thursday, June 28, 2007

"¿La Burguesía de Ser Vegano?"

He querido hacer una breve entrada en este punto para analizar la supuesta burguesía que implicaría el ser vegano. Esto está directamente relacionado con los comentarios dejados en la entrada anterior por Janekew, así como en algunos mensajes dejados en mi correo personal por ella misma. Haré copy paste de lo escrito por ella para analizar sus dichos, espero con su bendición con el único fin de aclarar la verdad. Janekew dijo:"jajajjaa no sé sigo encontrandpo tremendamente burgués el decirle a la gente qué es lo que tiene q hacer y decirle a un pobre, oye no te comas a tu hermano q siente... cuando la gente no tiene q comer y una acelga está a luka"Exponer las razones por las que todos los seres sintientes somos equivalentes, la esquizofrenia moral en que vive la sociedad y la ignorancia sobre el tema no es bajo ninguna perspectiva "decirle a la gente lo que tiene que hacer". De hecho, el veganismo implica precisamente lo contrario debido a que se fundamenta en la ética. Las religiones difunden conductas morales "porque sí" y le dicen a la gente cómo vivir, sin mediar análisis por parte de los fieles. Por el contrario, la ética hace todo lo contrario: somete a la moral a una reflexión consciente de sus valores y promueve al individuo a analizar si lo que le han dicho es correcto o errado. Es eso lo que hace uno cuando promueve los derechos de todos los seres sintientes: presenta "ser" y llama a reflexionar sobre el "debe ser".
Si ser activista por los derechos animales fuera "decirle a la gente qué hacer" y fuera "burgués", entonces cualquier tipo de movimiento social sería igualmente un grupo de burgueses ordenándole a las personas cómo vivir sus vidas. Bajo esta perspectiva sería inaceptable proponer cualquier cosa, había que dejar que todo siga igual. Esto sí me parecería inmoral (habiendo muchas cosas en el mundo que necesitan ser cambiadas).Por otro lado, tú dices "encontrar" que ser vegano es ser burgués y apoyas tu "creencia" en que has visto muchos veg(etari)anos "ABC1". Esto no es un argumento válido para calificar al veganismo de burgués porque se basa en evidencia anecdótica. Yo puedo decirte que todas/os las/os veganas/os que conozco son de clase media/baja y entonces estaría inmediatamente invalidando tu razonamiento. De hecho, es cierto que de la totalidad de las personas que conozco que practican el veganismo ninguna califica como clase alta o ABC1. Por lo tanto, desmentida tu creencia. Y lo que todo esto prueba es que el veganismo es transversal a la sociedad porque se trata de comportamientos éticos y no de poder adquisitivo.
Ahora, tu afirmación de que para ser vegana/o se necesita de poder adquisitivo es falsa. Es de conocimiento común que los vegetales son más baratos que los músculos de animales muertos, tal y como lo demuestran las investigaciones hechas por el área de vegetarianismo de Homo Vegetus (puedes verlo en www.homovegetus.cl). No obstante, esto sólo lo señalo para demostrar que estás basando tus opiniones simplemente en tus prejuicios, ya que fuera ser vegano caro o barato, jamás deberíamos decidir si asesinar o no individuos en base a criterios económicos. " y no creo eso de la manteca vegetal jajajaja pq siempre la gente compra pan donde sea... en serio yaps"No hay mucho que comentar acá porque las "intuiciones" llevan a engaño demasiado seguido y no representan argumentos válidos, por lo de más. Yo siempre como pan sin manteca, con manteca vegetal o hago mi propia pan. Además, es obvio que alguien que aún no es vegana/o comprará su pan donde sea, pero no así alguien que está preocupado de acabar con la explotación de los demás animales y no desea ser partícipe de ella. " = es burgués pq la gran mayoría vegana es abc1, tienen plata para poder comprar productos 100% vegetales, conozco muchos en la uc hay muchos,"No es necesario tener dinero, como ya expuse. Ser vegano es más barato. Lo demás ya lo contesté." pero caen ahí, en q usan todo sintético cuando detrás de lo sintético viene toda una gran destrucción al ecosistema.... tan sólo fíjate diego"Este punto es súper importante porque es un argumento que muchas/os veganas/os seguramente tienen problemas al intentar debatirlo y porque además muestra una postura especista que pasa desapercibida.Yo, como cualquier vegana/o, uso ropa o hecha de fibras vegetales (como el algodón) o sintética. Ahora, bien, el polyester es extraído de la refinación del petróleo, combustible fósil que causa daño ecológico. Entonces, uno podría interpelar a un/a vegano/a como Janekew lo ha hecho conmigo. Pero debemos siempre hacernos una pregunta "¿y si el individuo fuera humano?" cuando queremos entender si estamos actuando de manera especista. Si los animales a quienes se les mata para extraer su piel para producir ropa fueran humanos, ¿alegarías tú lector que debemos seguir haciéndolo porque usar telas sintéticas destruye el ecosistema? Es decir, en un caso hipotético, deberíamos usar pieles de bebés en vez de polyester porque este es contaminante. (Uso a los bebés como ejemplo porque éstos tienen menos capacidades cognoscitivas que algunos animales no-humanos, lo que ayuda a comprender el punto).Entonces, este punto no tiene ninguna relevancia porque es claramente especista y sólo lo avalan aquellos que aún ven a los demás animales como seres inferiores. Entre utilizar un material que causa la esclavitud, explotación y muerte de animales directamente y otro que tiene asociado un potencial daño ecológico indirecto, obviamente, elegiré el primero.
Muchas gracias, Janekew por tus comentarios, creo que han servido mucho para exponer el tema.

Tuesday, June 26, 2007

“El León Se Come a la Gacela/Cebra” o La Falacia de la Ley Natural

Muy lejos de aquí, en África, existe una sociedad de personas despiadadas, crueles, inmorales, en cuyos corazones reina la anarquía ética y cuyos integrantes no dudarían un segundo en cazarte si te vieran corriendo libre por la sabana para luego devorarte en familia, satisfaciendo así su impuro deseo de sangre. Estas criaturas son conocidas en Occidente como los “leones”, y no titubearán ante la idea de comerte en su próximo almuerzo. 
¡Cuidado! Este león podrían comerte.

Existe un cierto momento en las discusiones sobre veganismo donde los argumentos se vuelven cada vez más excéntricos y uno no esta seguro si tomarlos en serio o cambiar el switch mental y pasar a modo sarcástico/burlesco. Uno de estos argumentos de dudosa procedencia que pretenden encontrar un “vacío moral” en la teoría de derechos animales es el que reza: “el león se come a la gacela, y si pudiera te comería a ti”. A veces explícitamente, pero la mayoría de las veces implícitamente, quienes usan este argumento pretenden con esto validar que comamos otros animales pues, si la situación fuese al revés, ellos lo harían con nosotros. 

Así es la naturaleza

Le falta sal.

Pero existen varios problemas con mirar a la naturaleza y ver un libro con reglas de conducta éticas en ella.
Tomemos el argumento como cierto y supongamos que sí es válido elevar a los leones a modelo de moralidad. Algunos de los comportamientos normales entre leones son los siguientes: cuando un león macho pelea contra otro y expulsa a este último para quedarse con su hembra, mata a los cachorros que haya tenido el ex macho alfa para forzar a la hembra a volver a entrar en periodo de reproducción; no sólo el macho sino que la hembra también matará a sus cachorros si la comida es escasa y es más provechoso comérselos para luego volver a tener otra camada. 


¿Deberíamos imitar a los leones en  estos comportamientos también? ¿Deberíamos matar a los hijos de nuestras parejas si son hijos de otro hombre o comernos a nuestros hijos en tiempos de recesión económica? 
Hermano, tienes algo en el ojo.

¿Pero por qué parar con los comportamientos morales? Seguro si los leones son grandes ejemplos de modelos a seguir, no lo serán sólo en el área de la ética sino en muchos otros aspectos. Por ejemplo, también es usual que los leones compartan el liderazgo de una manada con sus hermanos y, para estrechar lazos de fraternidad, tengan sexo entre ellos. Y si bien pienso que las relaciones sexuales entre dos adultos no son asunto de nadie más siempre y cuando ambos estén de acuerdo, estoy seguro de que no muchos aspiramos a tener sexo con nuestros hermanos. 



Los leones también se comen la carne cruda. Reflexiona sobre eso la próxima vez que vayas a malgastar tu dinero comprando gas. 

¿Y qué hay de los demás?
Me comí a mi novio. Dos veces.

La siguiente pregunta que deberíamos hacernos es: “¿qué tienen de especial los leones?” Podríamos mirar a cualquier otra especie animal e imitar sus comportamientos. Podemos imitarlas a todas también, aunque probablemente sea tan difícil como seguir simultáneamente todas las religiones que existen. Las mujeres podrían tener sexo y luego matar a sus parejas o comérselas como la Mantis o la Viuda Negra. Hay mucho de dónde elegir. 

De hecho, ¿por qué mirar a otras especies? ¡Deberíamos mirar lo que otros humanos hacen e imitarlos! Podríamos imitar a los católicos de la Inquisición, a los Nazis, a Kim Jong-il, a los terroristas musulmanes. Podríamos incluso imitar a los Neandertales. ¿A quién imitamos, a todos?

Espero que para este momento quede claro cual es el problema: nadie basa su moralidad simplemente mirando al resto e imitando y sugerir que deberíamos hacerlo en el caso de los leones o de cualquier otro animal es un ejercicio de deshonestidad intelectual. Nadie sugiere tal cosa en serio.

Hay, sin embargo, un detalle que podría matizar la cuestión. El león sí podría comernos si nos topáramos con él en la sabana y sería mejor si nosotros tomáramos acciones preventivas y nos lo comiéramos antes. Espero que nadie piense que esto tiene algún sentido. Sin embargo, es un buen punto de partida para llamar la atención sobre otro hecho curioso de esta apelación a la naturaleza: no comemos leones. De hecho, comemos cualquier tipo de animal excepto feroces y peligrosos carnívoros. Comemos vacas, cerdos, pollos, caballos, conejos, pavos, ciervos, delfines, ballenas, atunes, reinetas, etc. ¿Es defensa personal? ¿O eso es encerrarlos en los circos y hacerlos trabajar de esclavos?

La moral evoluciona. Hace miles de años era otra y mañana será distinta. Incluso hace 50 años era muy distinta de lo que es hoy. Hace miles de años el genocidio era pan de cada día, pero hoy es una actitud marginal. Hace 50 años el sexismo era cotidiano y hoy todos tenemos un radar para detectar y condenar el mínimo atisbo de sexismo. Pero en todo este cambio existe una tendencia clara: hemos expandido el círculo de consideración y cada vez más individuos han podido entrar para que sus derechos sean respetados.
Los humanos tenemos conciencia de nuestros actos y de las consecuencias que ellos pueden traer, a diferencia de otros animales. El progreso de la moral vendrá de la mano de la reflexión ética, no de imitar como como autómatas el comportamiento de otros, ya sean leones o humanos. 



Re-editado el 04/03/2012

Anexo: Este argumento es una falacia conocida como “Recurso a la Naturaleza” o “Falacia de la Ley Natural”.

Un Artrópodo en Mi Ropa

El otro día una amiga fue a mi casa a buscarme para que saliéramos. Mientras nos encontrábamos dentro y yo me abrigaba, comenzó a llover torrencialmente. Entonces, decidí que para no mojarme me pondría una parca (en vez de llevar el paraguas). La saqué del ropero y me la puse rápidamente, sin darme cuenta de que un visitante también buscaba utilidad en la prenda. Grande fue mi sorpresa al mirar mi brazo izquierdo y percatarme de que un pequeño insecto -posiblemente una polilla- había hecho su capullo allí y esperaba pasar el invierno. Me quité tranquilamente el abrigo y lo volví a colgar en el ropero, mientras mi amiga me miraba con extrañeza.
-¿Acaso no piensas ponértela? –me dijo-. Está lloviendo a cántaros.
La miré y le contesté que una polilla estaba invernando en ella. Entonces, ella sin comprender mi punto de vista, me dijo:
-Ya te estás volviendo loco. ¿Prefieres mojarte que sacar la polilla?
Le respondí que sí y tomé el paraguas.
Posteriormente, le expliqué a mi amiga que la balanza de intereses se inclinaba hacia la polilla, no hacia mí. Ella (el insecto) tenía el interés de seguir su vida, mientras que yo tenía el interés de no mojarme. Yo podía fácilmente satisfacer mi interés con el paraguas, ¿por qué debía matar a la polilla? De todas formas, aunque hubiese debido mojarme, pocas cosas le ganan al interés de vivir. ¿Acaso voy a asesinar a alguien sólo para no mojarme?

No está comprobado que los artrópodos sean sintientes, pero no por esto no voy a asumir que lo son. ¿Y si lo fueran? Lo correcto es darles el beneficio de la duda.

¿Qué es el sensocentrismo?


Es una palabra complicada y suena bastante aburrida, de eso estamos seguros. ¿Pero tiene alguna importancia? Quizás el término en sí mismo no, pero lo que representa puede ser lo más importante para los demás animales.


La neurona feliz



Empecemos por lo fácil: ¿qué significa la parte 'centrismo' de 'sensocentrismo'? Como es casi transparente, 'centrismo' viene de 'centro'. Al igual que en los términos 'antropocentrismo', 'teocentrismo', 'biocentrismo', 'tecnocentrismo' o 'ecocentrismo' (sí, hay hartos), en 'sensocentrismo' el sufijo centrismo significa que lo que le antecede es el centro de un sistema de valores y principios. Un sistema de valores y principios es un conjunto de ideas éticas que tienen consistencia entre sí y que son usadas para guiar un comportamiento moral con integridad. En otras palabras, un ALGOcentrismo es un conjunto de ideas que guían moralmente nuestro comportamiento, un conjunto centrado en ese ALGO. Dicho bien vulgarmente, ese ALGO será lo que más valoramos y lo que intentaremos resguardar moralmente con nuestras acciones.


Entonces, ¿alrededor de qué principios y valores éticos gira el 'sensocentrismo'? Para entender esto hay que entender a qué se refiere el primer lexema: senso. Senso viene de sensaciones, de sentimientos, de sentir, de sensorial, de sensibilidad. Senso hace alusión a esa cualidad de percibir psicológicamente el mundo a través de emociones y sensaciones, de dolor y placer. Senso se refiere a cuando te golpeas el dedo pequeño del pie contra la mesa de centro y a cuando te comes una barra de chocolate y experimentas un regocijo inefable, a cuando estás estresado por no poder pagar tus cuentas a tiempo y a cuando ves la sonrisa de tus hijos por haber ganado su partido de fútbol, a cuando debes someterte a una operación dolorosa y a cuando estás feliz por habértela hecho ya que salvó tu vida. Todas esas situaciones tienen algo en común y es que son parte de este senso, un ALGO que sólo alguien con sentimientos y sensaciones, sólo ALGO con la apropiada maquinaria física y psicológica puede tener. Más bien, un ALGUIEN más que un ALGO.

Entonces ya podemos especificar qué principios y valores son los que definen al sensocentrismo. El sensocentrismo se entiende, entonces, como aquel sistema de valores y principios que se centran en la capacidad de sentir. Dicho de otra forma, el sensocentrismo define como lo más valioso a ese ALGUIEN que puede sentir y prescribe como éticas todas aquellas acciones que están destinadas a resguardar los derechos de esos ALGUIENES que sienten. Desde una perspectiva sensocentrista, el valor que le otorgamos a la vida humana se desprende de que sabemos que los seres humanos sienten y que nuestras acciones los afectan positiva o negativamente, causándoles dolor o placer, alegría o tristeza. Y son esas acciones que causan placer las que consideramos moralmente aceptables o deseables y aquellas que causan dolor las que consideramos reprochables.

Entonces ahora la última pregunta que cabe hacernos es: ¿quiénes son esos alguienes que debemos respetar? Hay que notar que el sensocentrismo no depende de una cantidad determinada de seres que sientan. O sea, su validez no está sustentada en que tal o cual entidad sienta o no. Simplemente, TODO individuo que sienta debe ser considerado puesto que sólo con sentir (dolor y placer) nuestras acciones los afectan negativa o positivamente, incluso cuando no lo notemos inmediatamente. En este sentido, si algún día llegáramos a construir un robot que siente dolor y que siente placer, entonces estaríamos obligados a tratarlo con respeto y a considerarlo un alguien que debe entrar en nuestra consideración ética. Y cabe notar que esto no dependerá de si el robot parece humano o no. Podría ser un R2D2 y aún merecería respeto por el solo hecho de sentir. Lo mismo que un extraterrestre.


Hoy en día está más que claro que muchos animales sienten. Existen animales que no sienten como las Esponjas e incluso puede que aún exista debate en torno a los insectos y otro tipo de animales como los moluscos, pero sabemos que los animales que explotamos a diario, por miles de millones anualmente para satisfacer necesidades innecesarias sí sienten: vacas, cerdos, ratones, perros, gatos, zorros, conejos, caballos, burros, toros, focas, cabras, ovejas, pollos, pavos, patos, ciervos, avestruces, kanguros, tortugas, peces, tiburones, ballenas, delfines, elefantes, osos, jirafas, monos, gorilas, chimpancés y miles de otras especies. Ninguno de ellos se merece esto. Todos ellos están sufriendo ahora mismo. A todos ellos les quitamos su libertad. Creo que es momento de empezar a respetarlos.



Tuesday, June 05, 2007

Transantiago y el lenguaje especista


El especismo está en todas partes. No vale la pena negarlo. Varias veces por día nos vemos enfrentados con la discriminación por especie y la mayor parte del tiempo nada podemos hacer para evitarla. Es en la cotidianidad donde el maltrato hacia los no-humanos se refugia: en los cientos de restaurantes donde miles de personas por hora comen sin jamás preguntarse de dónde procede su comida, en la infinidad de tiendas que venden seres sintientes como si se tratase de peluches, incluso en las millones de farmacias cuyos medicamentos han sido testeados o elaborados a partir de animales sin que el público jamás lo sepa. Es en cosas tan ordinarias como el jabón que reposa sobre el lavabo o la gelatina donde el especismo se oculta triunfante.
Sin embargo, la mayoría de las veces el especismo hace su aparición de una forma que pasa desapercibida para el vegano común: el lenguaje.
¿Cuántas son las frases especistas que nuestro lenguaje posee? Respuesta: miles, seguramente. Algunas que quizás jamás hemos oído. No obstante, quién de nosotros no ha escuchado alguna vez “cada uno mata su toro” o “pegarle el palo al gato”, firmes ejemplos de que el especismo está arraigado fuertemente en el inconsciente colectivo.
Pero no siempre es a través de frases clichés que el especismo entra en escena. Es también en expresiones como “es un animal” o “como un perro” donde demostramos nuestro complejo de superioridad sobre las demás especies, sin tener en cuenta que la “superioridad” no es más que una invención humana y nada tiene que ver con la escala evolutiva.
Con la puesta en marcha del nuevo sistema de transportes capitalino, quienes gozamos de una conciencia transformada ya al veganismo, pudimos ver cómo el especismo se colaba una vez más por medio del descontento de los usuarios del Transantiago. Muchos animales humanos que viajaban incómodos (es decir, aquellos que conseguían subirse a los buses) no hallaban mejor forma de ilustrar la situación que por medio de comparaciones como “parecemos animales” o “parecemos sardinas”. Y es curioso presenciar a tales animales como totalmente ignorantes de su propia animalidad. Más aún, animales a los que les parece absolutamente normal compararse con las sardinas haciendo alusión mas a la disposición que éstas presentan en una lata que a su migración en cardúmenes, como si los peces por naturaleza estuvieran confinados bajo paredes de metal. Igualmente con la referencia a los “animales” cuya imagen de abarrotamiento en la prisión de un camión transportándolos al matadero fuera la más verdadera prueba de un hecho natural o de algo moralmente correcto. Es decir, qué importa que las vacas vayan pisándose unas a otras mientras nosotros vayamos bien. Y al final es desgraciadamente descarado comparar un viaje incómodo con la travesía hacia la muerte (en el caso de las vacas) o con la muerte misma (en el caso de las sardinas).
Por supuesto que el famoso Transantiago tiene de todo menos prolijidad en su realización y ejecución y que son muchas las críticas válidas que se le hacen, sobre todo la patente discriminación con las clases sociales menos afortunadas. Pero sería interesante que los usuarios hicieran el ejercicio de reflexión y se dieran cuenta que, al lado del sufrimiento sempiterno que padecen los demás cordados por nuestra causa, un viaje incómodo en troncal no es para morirse.


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